Stay With Me ||Pausada||

8

⁴ de febrero, 2018.
New York,City
16:30 hrs.

Nuestra vida como familia no giraba en torno a mamá, al menos no como la gente imaginaba.
Éramos seres humanos lejos de ser la familia perfecta para el ojo del espectáculo.

Y nuestra vida, al igual que la de los demás, no era perfecta o al menos no lo fue desde aquel día.

Louisa.

—¡Louisa sal de mi cuarto ya! -grito Kathy.

—No. -conteste en tono burlón.

—¡Papaaaaaá! -grito ella.

—Louisa deja a tu hermana en paz. -grito papá desde el otro piso.

Mire a Kathy y me lance contra ella, le comencé a hacer cosquillas, sus risas se oían por toda la casa, mamá no estaba y papá acababa de irse.

Solo eramos ella y yo.

—Lou... ¡Para!... ¡Para! -la desesperación se apoderó de ella.

Me separe de ella inmediatamente, la miré por unos segundos, ya conocía esa expresión, no fue sorpresa para mí verla salir corriendo en dirección al baño.
Salí detras de ella, tomé una toalla del baño y la empape de agua fría en espera de que ella terminará de vómitar, le sostuve el cabello y acaricie su espalda esperando que el malestar pasara.

—Kathy esto no está bien. -Murmure al ver que las náuseas no desaparecían.

—Llama a Mamie, a Grace, a Henry, tenemos que ir al hospital.

—Te llevare yo. -Asegure rápidamente.

—Llegaras tarde a la universidad.

—Eres más importante que la universidad ahora, vamos bebé, papá se llevo su coche así que usaremos el de mamá.

Salí del cuarto de baño corriendo, me apresure al bajar las escaleras, tomé las llaves del automóvil que se encontraban en la entrada al igual que la maleta de emergencias, salí de la casa y rápidamente abrí el automóvil para encenderlo
Subí por Kathy como bólido, la tomé en mis brazos y baje las escaleras con cuidado de no lastimarla, la coloque en el asiento trasero de manera delicada dejando la toalla mojada en su frente y una botella de agua en su mano.

—Es hora de Irnos Alex. -Murmure abordando el auto después de revisar que todo quedara perfectamente cerrado.

El trayecto hacia el hospital fue relativamente corto, no me tomé la molestia de estacionar el automóvil al llegar a el hospital. Baje a Kathy, los doctores la recibieron rápidamente y la recostaron en una camilla alejandola de mi lado, fue ahí cuando las lágrimas comenzaron a bajar por mis mejillas al mismo tiempo que tomaba asiento en los pequeños sillones de la sala de espera.

Los minutos pasaron, las lágrimas disminuyeron y la ansiedad por que los doctores salieran a dar avisos apareció.

—¡Lou! -Mamie exclamó llamando mi atención.

¡Finalmente habían llegado!

—¿Louisa que sucedió?-preguntó Grace sentándose y abrazandome.

—¿Que le sucede a Kathy? -pregunto Henry preocupado.

—Estábamos jugando y ella... Ella comenzó a vómitar, la traje a el hospital rápidamente, la atendieron y luego se la llevaron y...