Capítulo 22: << Soy un cursi >>

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-Ya despertó... -Escuché la voz de un chico-

-¡SEBASTIÁN! ¡QUÉ TE PASA POR LA CABEZA! -Gritó alguien-

-Lo siento... -Dijo Sebastián-

-¡ERES UN MALDITO INRRESPONSABLE JOÁN SEBASTIÁN! -Gritó... Héctor-

-¿Linda, te sientes bien? -Dijo Mario-

-Sebastián casi te mata -Dijo Juana- casi me mata a la muchacha

-Ya, vale, lo siento -Dijo Sebastián-

-Maldito loco -Susurre- te salvas que no quiero demandarte

-¿Cómo te sientes? -Dijo Héctor-

-Tengo un poco de dolor de cabeza

-Claro, con toda el agua que tragaste -Dijo Juana-

-¡Lin! ¡LIN! ¡DONDE DIABLOS ESTÁ LINDA! ¡TE VOY A MATAR VILLALOBOS! ¡LINDA! -Escuche los gritos de David-

-¡Linda Hollsol! ¡LINDA! -Gritó mi hermano-

-¡CALLENSE! ¡ME REVIENTAN LA CABEZA! -les grite-

No lo había notado pero no estaba en mi cuarto, ni mucho menos en mi casa, por lo que recordé estaba en el cuarto de Sebastián

David llego echando humos e insultando a Sebastián

-Me quiero ir para mi casa -Susurre-

-Vamos, yo te llevo -Dijo Juana-

-No, yo la llevo -Dijo Sebastián-

-¿Qué? ¿Contigo? Ni loca -Dije-

-Vamos, quiero llevarte -Dijo-

Al final estuve en el auto de Sebastián, el cual ya manejaba con menos velocidad, y en algunos momentos se me quedaba viendo

-¿Podrías dejar de verme? ¿Qué me ves? -Dije-

-No sé, tal vez que traes mi camisa puesta, y mis jeans

Miré hacia abajo y era cierto, ¡TRAÍA SU ROPA!

-¿Qué? ¡Quién demonios me cambió! Dime que no fuiste tú

-Entonces mejor no te digo

-Diablos

Sebastián:

Escuche a Linda gritar desde la piscina qué se ahogaba, al principio pensé que era broma, luego deje de escucharla y me tire a sacarla de ahí, la chica estaba ya casi que morada, la saqué y la deje en el césped mientras llamaba a mi tío, el cuál primero me sermoneo y luego me dijo que tendría que... si ajá... eso

Le di respiración boca a boca, sus labios estaban fríos, eran suaves, lo que debía ser solo un auxilio termino siendo un beso, y aunque solo era un beso para mí porque ella no movió sus labios, sentí que necesitaba volver a besarla, pero recordé que ella podría morir ahí, la lleve hasta mi cuarto, y le cambié la ropa, solo le deje su ropa interior, no quería que pensara que yo era un violador, se veía tan... hermosa, aunque ella no es la típica chica flaca, sus curvas eran magnificas, sus piernas, su pies, sus manos, su cuerpo, su rostro, ella, le puse una de mis camisas exactamente la de nirvana, y unos jeans viejos

Mi tío, Mario, Juana y Arango llegaron como a los 30 minutos

Me ofrecí a llevar a Linda a su casa, quería hablar con ella a solas, disculparme por casi matarla

-Diablos -Susurro casi para ella-

-Oye, discúlpame

-¿Por?

No somos perfectos, lo siento. // Sebastián Villalobos // (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora