De Azúcar Y Nieve (wigetta)

Capítulo 10: Estación de metro. (corregido)

Luego de esa conversación, Guillermo se despidió de Frank, ya que él decidió volver a la fiesta. 'Lo siento muchísimo' Dijo una vez iba a entrar al hangar. 'Tranquilo, está bien... Nos vemos el lunes.' Le respondió Guillermo.

Se fue a paso rápido hasta el metro, esperando que siguiera funcionando a esas horas. Sentía que había arruinado muchas cosas esta noche. Sentía que todo lo que había construido hasta el momento se desmoronaba velozmente, sin darle espacio para que pudiera detenerlo e intentar arreglarlo.

Veía muy pocas personas por las calles, pero los locales recreativos estaban repletos. Se escuchaba música proveniente de muchos sitios a la vez. Jamás había estado en un sector así a altas horas de la noche. No sabía que el centro estaba desbordante de vitalidad los fines de semana.

Cuando dobló en la esquina para entrar al metro, se percató de que este estaba cerrado. 'Maldición...' Ahora no tenía más opción que tomar un taxi de camino a casa.

Se dirigió a un paradero que estaba ahí cerca y se sentó a esperar que pasara un taxi. No tenía el número de alguno como para llamarlo y acelerar la espera, sólo le quedaba ser paciente. Gracias a unas luces que se encontraban en el techo del paradero lograba vislumbrar lo que había debajo de él, pero a su alrededor todo era más oscuro. Había algunos panfletos pegados a los costados, publicidad, spray y otras cosas que no lograba distinguir. Mientras aguardaba, observaba todo lo que le rodeaba. En frente de él, en una pared, estaba escrita una frase que lo hizo cuestionarse aún más su situación actual. ''¿Por qué esperar?''.

'¿Qué es lo que quiero realmente?' Comenzó a cavilar Guillermo, mientras esperaba sentado en el paradero y con la cabeza reclinada levemente hacia atrás, apoyándola en el frío material del que estaba hecho el mismo. 'Yo quería volar, hace un par de meses yo quería ser un pájaro que emigraba simplemente para sobrevivir. Quería ser feliz, pero planeaba que eso sólo ocurriera estando lejos de aquí. Pensaba conocer el amor en ese instante, pensaba aprender, pensaba adquirir experiencias y vivir grandes aventuras. Mi vida iba a cambiar después de emprender vuelo. ¿Qué es lo que me está ocurriendo ahora? ¿Por qué no puedo tener todo eso en este preciso momento? Si se me están presentando las oportunidades, ¿por qué me estoy negando a vivirlas?' Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando vio unas luces aproximarse por la calle. Hizo parar al taxi y emprendieron rumbo hasta su casa.

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Era jueves. Guillermo estaba aguardando la hora de salida. Luego del instituto iría a la cafetería con Frank y se sentía un poco nervioso ya que, después de la fiesta, no habían vuelto a conversar de lo ocurrido en el hangar y esperaba que hoy no fuera el momento.

Escuchó al profesor despedir a los alumnos y comenzó a guardar sus cosas. Frank dijo que pasaría donde un profesor a entregarle un informe, así que Guillermo decidió esperarlo en la salida.

Mientras estaba apoyando en las afueras del instituto le pareció ver, a unos metros de él, a los chicos de la fiesta. El barbudo no venía con ellos, pero estaba el alto de cabello claro, ese que se había desplomado al piso, y el pequeño del sharpie. Este último vio a Guillermo, le sonrió y con un ademán de saludo, levantó la mano en dirección a él. Guillermo le devolvió el saludo y vio cómo se giraba para irse junto a otro chico de lentes que venía saliendo del instituto. Justo en ese momento apareció Frank con una sonrisa de oreja a oreja.

-El profesor de química me aceptó el informe, me subirá la nota del examen anterior. –dijo mientras guardaba una carpeta en su mochila- ¿Nos vamos?