Del estar al ser.
Al ser del estar,
del ser al ser amado,
del amado a bienaventurado,
y del ser feliz a amar.Veo el destino del hombre,
su destino entre fuego y cañones.
Lo veo a través de ilusiones
absurdas que dicen su nombre.Lo veo a través de su llanto
y sus largas lloviznas de otoño.
Observo que brota un retoño
que ofrece nostálgicos cantos.Y veo que un hombre perdido
maldice su vida y su suerte.
Hasta oir que se acerca la muerte
se lamenta de haber nacido.Mas no veo ya con los mismos
rojos ojos ciegos de obsesiones,
no insulto ya horribles acciones,
pues no alcanzo a encontrar espejismos.No veo al ser difuminado,
no veo lo que es con mi espejo,
veo más allá del reflejo
que proyecta mi yo ensimismado.No soy la paloma del árbol
que espera de ti su deseo,
más bien una cuyo aleteo
siempre canta mirando hacia el sol.Y canto por ver qué es amor,
y vuelo por mi libertad,
y trato de alzar mi bondad
para ver su exceso de ardor.Y siento que invade mi alma,
y veo que escucha mi voz
y escucho respuesta veloz,
y espero y descanso en su calma.