Esa mujer que llora la muerte
de un esposo que no supo amar,
ve el valor de algo que escapa
y que nunca pudo apreciar.Es por eso que arde de culpa,
triste sin haber y mal cuando hay,
y al no poder decir disculpa
lanza rosas de noche estival.El pasado le explica en recuerdos
que la falta es lo que hace amar,
que uno no puede estar cuerdo
si se está dispuesto a soñar.Amar, ¿para qué si es inútil?
Volverse un idiota y estúpido
al correr tras un blanco fútil
sin siquiera ser correspondido.Perder la cabeza en segundos
cuando la flecha traspasa el torso,
perder corazón en minutos,
cuando al otro le han dado en el dorso.Pero basta de hacer preguntas
de prágmaticos humanistas,
pues las respuestas no las guarda
ni el más pasional artista.El amor es matarse a uno mismo
con el fin de lograr la vida,
un misterioso y bello sismo
que en el cuerpo y el alma abre heridas.