Secuelas

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En un mundo totalmente distinto
me esperas, tu abrazo y tu
"te quiero"; no el que mi instinto
fantasea, no esa fantasía.

Ese "te quiero" que es
un enigma, esa huella
que hace mella en mis entrañas,
por el que sé que no me extrañas.

En ese mundo te alcanzo,
y ese "te quiero" tan real
me despierta, y por respeto,
no me lanzo al mal, al mar negro.

Ahí en frente me espera
el martirio, lo respetable
y lo temible, y temblando
acabo en gloria, detestable, en agonía.

El límite no existe, es ilusión;
veo tu rostro en las flores
de magnolio, y en el viento
que sopla para decirme
que, mientras me miento,
soy feliz en mi desesperación.

Mi destino: plantearme
si en alguna ocasión
pasó por tu sonrisa o por tus lágrimas
mi cruz; conformarme, plantarme
con no haber pagado esta ficción,
tonta y sublime, de enamorarme.

No la conozco, ni la temo,
esta horrible, fantástica, obsesión,
esta aflicción, interminablemente bella.
Todo ahí, en uno, en ella
y todo yo aquí, esparcido como motas
en un libro viejo. Solo en mi corazón.

Versos desde el ocasoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora