Dedicado a París

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Hoy tengo que hablarte, poesía:
que el mundo ya no te hace caso,
que el día y la noche se enfrentan
y el tiempo desprecia tu paso.

He hallado en el cáliz un agua
que brota deprisa y furiosa,
pero esta vez tiene, mi amada,
un veneno de fuerza espantosa.

El árbol me cuenta en fragancias
que vio una muralla caer
como un astro de vida arrancado
por orden del propio amanecer.

Y llora su muerte y su historia,
su encanto y sus ganas de amar
y reza: no caiga la noche,
no vea lo bello expirar.

¿Somos la mala serpiente
que muerde su propia cola?
¿Pintamos las grandes montañas
o engañamos a la joven amapola?

¿Cargamos la pena del mundo
o el mundo nos carga la pena?
¿Cantamos por el día y la noche
u ofendemos a la luna llena?

He oído que Francia gritaba,
he visto la muerte en un sueño,
he olido el hedor del esclavo
sentido la sonrisa de su dueño.

La escena del hoy nos conmueve,
nos asusta el peligro que emana.
¿Recordaremos lo mismo mañana
o si ocurre en la orilla lejana?

Al menos sí que hay esperanza
pues es de lo poco que queda,
recemos: "no hagáis al amigo
lo que no deseáis que os suceda".

Tratemos de amarnos los hombres
tanto como amamos la vida.
Hagamos que no sea en vano
el caminar por esta gran Vía.

#prayforparis

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