*Narra Samuel
Mientras Samuel de Luque miraba el viejo almacén de envasado de refrescos, seguía viendo destellos de la película Hostal en su cabeza, no es que le diera miedo, de hecho las películas de miedo jamás le dieron terror. De acuerdo a su amigo, el exclusivo y muy rumoreado club Hierro & Rosas, al que sólo podía accederse con invitación, era un lugar ideal. Pero desde las ventanas cementadas y las paredes del exterior cubiertas con grafiti, los que probablemente eran símbolos de pandillas, y bajo la luz débil que parpadeaba en una farola cercana, Samuel pensaba que la mayoría de los clientes de ese club solían terminar en las pancartas de personas desaparecidas, o en las noticias de la noche.
-No puedo creer que te dejara meterme en esto, Alex.
Samuel se acomodo la abertura de la camisa, dejando ver un poco de su sedoso pecho. La camisa era morada y los pantalones ajustados eran color negro. Su atuendo era un poco llamativo, pero al menos ayudaría a la policía a identificar su cuerpo más tarde.
Alex le lanzó una mirada burlona. -No quieres saber lo que tuve que hacer para conseguir una invitación a este club -Agitó los papeles del tamaño de una tarjeta de negocios frente a la cara de Samuel-. Vamos a divertirnos haciendo algo diferente. Que aburrido ir a los bares de siempre.
Por todo el alboroto alrededor de Hierro & Rosas, uno podría pensar que sería de lo más elegante. Con su aspecto espeluznante, desagradable y la niebla rodando en la noche, parecía dudoso que el lugar recibiera a los más ricos y poderosos de Los Angeles.
El club se había convertido en una especie de leyenda urbana, y el nombre probablemente tuvo algo que ver con eso. Hierro & Rosas. ¿En serio? ¿Quién pensó que era una buena idea? Supuestamente, se trataba de un club de sexo. Un medio para conectar a las personas con "intereses mutuos", como Match.com por la naturaleza sexual o algo así, pero Samuel no lo creía.
Y si lo era, bueno. En realidad, todos los clubes y bares estaban ligados con el sexo de una manera u otra. Era por eso que la mitad de las personas solteras salían los fines de semana. Era por eso que el solía salir los fines de semana.
-Vamos, quita esa cara de amargado -dijo Alex-. Hagamos algo divertido y nuevo. Es necesario eliminar el estrés.
-Emborracharse...
-Y con suerte, echarte un polvo tio -agregó Alex con una sonrisa maliciosa.
La risa de Samuel despidió pequeñas nubes blancas en el aire.
-Eso no va a arreglar mis problemas.
-Es cierto, pero definitivamente vas a dejar de pensar en ellos.
Suspiró mientras miraba de nuevo hacia el edificio. Ese era un cartel de pandillas. -Entonces, ¿cómo conseguiste una invitación a este lugar?
La música que salia del lugar erizo la piel de Samuel.
-En realidad, no fue tan difícil -dijo Alex, con el ceño fruncido a la tarjeta que sostenía.
-Está bien -dijo Samuel, cuadrando los hombros y se volvió hacia su amigo.
Su amigo se estremecía un poco bajo su camisa gris y jeans sueltos. A principios de octubre el aire era frío, pero sus rodillas no estaban temblando-. Si este lugar es patético o si alguien trata de matarme, nos vamos pronto.
Alex asintió solemnemente. -Trato.
Sus zapatos resonaban en el pavimento agrietado mientras se apresuraban hacia lo que parecía ser la entrada principal. Una vez que llegaron a ver la distancia de la pequeña ventana cuadrada en la puerta, ésta se abrió, revelando un hombre del tamaño de un luchador profesional, vestido con una camiseta negra.
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Para Siempre - Fanfic Wigetta
FanfictionGuillermo Diaz, reconocido Youtuber español, es uno de los mejores jugadores dentro -y fuera- de los videojuegos. Y en este momento, el notorio chico malo quiere a Samuel de Luque. Pero con su increíble cuerpo y sarcásticas réplicas, el vivaz Youtub...