Willy levanto la cabeza, cubriendo de nuevo sus hinchados labios con los de Samuel mientras deslizaba las manos en su cuello. Usando uno de sus poderosos muslos, Willy separo sus piernas y deslizo una mano hacia su miembro. El jadeó mientras sentía sus nudillos rozar su longitud.
-Maldición Samuel –gimió Willy-. Estas tan duro.
Lo estaba. Se ahogaba por él.
Su mano se deslizo por su longitud.
-¿Alguna vez te has excitado tanto?
Poniendo sus manos sobre los anchos hombros de Guillermo, sus dedos se clavaron en su camisa. Perdido en las sensaciones su espalda se arqueo.
¿Qué era lo que preguntaba? Cuando la pregunta resurgió, no podía considerar siquiera el responder, pero sus dedos se detuvieron. Bastardo.
—Apuesto a que no —Sus labios recorrieron el calor de sus mejillas, y luego por su garganta mientras sus dedos resumieron su movimiento holgazán—. No si no has estado con hombres que no saben dónde poner sus bocas, y ya no hablemos de sus penes.
El hecho de que el modo en que le hablaba lo excitara era un poco desconcertante. No era como que estuviera acostumbrado a la charla sucia. —Te sientes tan bien —Era la extensión de la conversación de cama con la que tenía experiencia, pero esas palabras groseras saliendo de su boca lo hacían pensar y desear en cosas locas y deliciosas.
—¿Qué hay de ti? —le preguntó Samuel.
Willy rió contra su garganta.
—Sé exactamente dónde poner mi boca y mi pene.
—Me alegra escuchar eso.
La risa que obtuvo por respuesta envió un estremecimiento por su cuerpo. Su voz se afiló.
—¿Entonces? ¿Esos otros hombres sabían cómo usar sus bocas y sus penes?
Por todos los cielos, no podía creer que le estuviera preguntando eso y que le iba a responder. Las palabras salieron de sus labios a trompicones, cayendo como gotas de lluvia entre ellos.
—Estaban bien.
—Bien. —El disgusto colgó de esa simple palabra—. ¿Te hicieron correrte?
Oh, por Dios. Sus ojos se abrieron y la arrogante sonrisa burlona que él tenía en el rostro lo enfureció.
—¿Lo harás tú? —La pregunta flotó en el aire antes de que pudiera detenerla.
Los ojos marrones de Wily se calentaron.
—Eres un poco exigente ¿eh?
Samuel no respondió. En realidad no podía, porque la agil mano de Willy se encontraba dentro de sus pantalones acariciándolo lentamente. Su cuerpo se sacudió y la sonrisa burlona lo supo. El reto brilló en los ojos de Willy, y era obvio que este hombre no se retractaba de uno. La excitación pulsó en su sangre como una canción de techno.
—¿Por qué no respondes la pregunta? —preguntó Willy, frotando su mano contra el de manera que envió otra descarga por su cuerpo.
Porque comenzaba a tener problemas para respirar.
—Es una pregunta personal.
—¿Una pregunta personal? ¿No nos estamos poniendo personales ahora?
Buen punto. Cuando no respondió, apretó la mano en su base y el gritó, sus caderas se arquearon contra su mano.
—Te he besado. Aquí —dijo, capturando sus labios en un rápido y ardiente beso—. Y te he besado aquí —Sus labios se movieron por su garganta y su otra mano jugueteó con el adolorido pico de su pezon—. Y te he tocado aquí... y te estoy tocando más abajo ahora.
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Para Siempre - Fanfic Wigetta
FanfictionGuillermo Diaz, reconocido Youtuber español, es uno de los mejores jugadores dentro -y fuera- de los videojuegos. Y en este momento, el notorio chico malo quiere a Samuel de Luque. Pero con su increíble cuerpo y sarcásticas réplicas, el vivaz Youtub...