5.

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Estábamos en  la oficina del Director, quien estaba despidiendo fuego por las orejas, me sentía intimidada por él, porque aunque el rollo hubiese sido de las dos, él no dejaba de verme a mi mientras caminaba por su oficina. 

-Esto es inaceptable, ¿cómo pueden ser tan malagradecidas con este instituto? Es inaudito. -nos miró y se pasó las manos por el cabello que le quedaba.- Diganme, ¿quién empezó todo?

-Ella.- acusó la ñiña señalándome. Estaba sentada en la silla que estaba a mi lado, pero ella no estaba nerviosa ni mucho menos. 

El director un hombre que no había conocido hasta ese día, me miraba con suspicacia, casi parecía reconocerme, lo que me dejó totalmente desconcertada. Su rostro era alargado, tenía el cabello blanco pero no debía ser tan viejo, no pasaba de los 55 años. Me incomodaba mucho su mirada. 

¡Esta si que está malcriada!

-Yo no llegue insultando y siendo una perra.-digo mirándola.

-Cuida tu lenguaje.- reprendió el profesor que nos tarjó aquí.

Que también estaba observando el show que teníamos desde un rincón de la habitación. Nunca en mi vida había estado en una situación como esta, nunca me he metido en problemas. Mis nervios no eran normales por lo cual no pensaba muy bien lo que salía de mi boca. 

-¡Es mentira! ¡Ella es una mentirosa! ¿Ve como me llama? Ella llegó de la nada y me dió un puño. ¿Ve?- señalaba su nariz toda chueca por el golpe. -Podría demandarla por agresión, ¿no es cierto?

Me doy cuenta ahorita que no se ni su nombre.

La miro sin expresión alguna por lo cual ella borra lentamente su sonrisa de su rostro. 

-¿Empezaste tú Henning? -preguntó mirándome aún con esa mirada que no entendía. 

-¡No! ¡Claro que no!

-¿Ah no? ¿Me rompí la nariz yo sola?- insinuó mirándome maliciosa. 

Con lo estúpida que eres no sería sorpresa. 

-No...- hice una pausa organizando mis ideas.- Es verdad, yo dí el primer golpe, pero estoy segura de que tu querías que te golpeara para hacer esto mismo.  ¡Estabas provocandome!

-Yo nunca te provoqué.- alzó la voz.

-El hecho de que te haya provocado Elle, no quiere decir que tienes que seguirle el juego. -me dijo el director, y me quedé atónita. 

-¿De algo lo conozco fuera de aquí? -le pregunté y el abrió los ojos sorprendido por mi osadía. 

-No. -respondió tajantamente. 

-Entonces no me tuteé que yo no lo he hecho, señor director. 

El profesor que estaba detrás de mi ahogó un grito de sorpresa y el director me miró totalmente sorprendido pero reconoció su error sentándose en su mesa.

-Ellening, te has ganado un semana de servicio comunitario. Cada día en la noche ayudarás a limpiar en la cocina al personal de limpieza. ¿Quedó claro?- abrí la boca para protestar, pero me interrumpió.- Sin peros. 

Bufé sonoramente y ví como la niña me veía con superioridad.

-Y tú.- señaló.- Estarás en detención las clases de hoy y mañana. 

¿De verdad solo dos días? 

-De acuerdo.- aceptó falsamente arrepentida.

¡Genial! Lo que faltaba.

Te Encontré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora