Cápitulo 25: La Historia.

686 33 3
                                    

Cuando Alex confirmó nuestra llegada al lugar destinado, me bajé lo más rápido que pude.

Y ahí la ví.

Ay.Santa.Papaya.

Ya de pie fuera del vehículo que nos trajo hasta aquí. Me quede parada en el pavimento de frente a una casa, mejor dicho, una mansión. Era totalmente gigante y hermosa. Quiero creer que esta gente no es esa clase de ricachones, pero su hogar o lo que sea que sea esto para ellos , no me deja expectativas.

Era de color marrón con blanco, las pocas pastes que tenían pared. Lo demás era de vidrio incluyendo la puerta de entrada. Desde afuera se veían una escales de color marrón madera dejando la impresión  de madera verdadera, las escaleras guiaban a el otro piso de ensueño exactamente igual de alucinante que el de abajo. 

Puedo decir que estoy sorprendida, pero eso no es todo. La casa está rodeada de un jardín floreado por completo.

La casa está alejada de todo y de todos. Es la única casa en este lugar, está desierto, pero eso no le quita lo hermoso que es. Y de pronto todo esto se me hace familiar.

El olor... Las Flores.... , no puedo evitar ver a una niña corriendo por todo este espacio.

Y entonces, solo entonces, estamos la niña y yo. Hasta que aparece una sombra... Es mucho más grande que la niña y la  quiere alcanzar. La niña ríe y la sombra también.

Después de un rato, la apreciante sombra logra tener rostro. Y es una mujer, muy muy hermosa....De echo, muy parecida a la niña.

Empiezo a caminar hacia la mujer y la niña, pero mientras más me acerco más lejos las veo, y acelero el paso, justo cuando voy a alcanzar a tocar a la niña, alguien me agarra el hombro.

-Elle, ¿Qué haces?- habló Sofía.

Volví mi cabeza hacia donde hace unos segundos estaba la niña y la mujer, pero ya no había nada. Solo pavimento.

- N-nada- tartamudeo. - Creí ver algo-

-Vamos, tenemos mucho de que hablar- me guió hasta la puerta de entrada y la abrió dándome espacio para pasar.

No dejo de pensar en lo que acabo de ver... Parecía tan real.

Creo que me estoy volviendo loca, hubiese sido una gran protagonista para la película "Paranoia".

Observo unos muebles finos, un televisor pantalla plana, una chimenea de madera. Un dispensador de refrescos.

Un momento....

¿Un dispensador de refrescos? ¿Quien tiene eso en su casa?

-Sientate, estás en tu casa.- me habló una voz detrás de mi.

Me volteo y no puedo creer lo que veo.

Quedé petrificada totalmente y un montón de preguntas invaden mi mente en este momento.

¿Qué hace aquí? ¿Cómo está aquí? ¿Qué pasó con los demás? ¿Sabe que me escape?

Obvio que sabe que te escapaste estúpida.

-¿Qué? Casi 3 meses sin ver a tu hermana y ni si quiera la saludas.- dijo Sasha.

-Dios Mio- la abracé con todas mis fuerzas. -¿Qué haces aquí?-

-Larga historia, es mejor que nos sentemos a hablar-

-Creo que es lo más sano- dijo Sofia entrando a la habitación.

-¿Se conocen?-

-Pues claro, es nuestra Tia.-

-¿Nuestra?- pregunté.

Te Encontré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora