Esteban.
Terminé de comer y fui a botar los restos en el cesto, dejé la bandeja en su lugar y me devolví a recoger mis cosas. De mi bolso saqué mi celular para buscar que clase tenía. Lo desbloquee y busqué mi horario.
Tenía clase con Frederick, un tipo rubusto, amargado, con canas notables en el cabello. Estoy estudiando Ingeniería y ese tipo es uno de los profesores más importantes de la carrera. Me encaminó a salir de la cafetería de aulas y Alan se me une.
-¿Tienes con Frederick?- pregunta.
-Si ¿tú?
-Lisbon.- respondió con un brillo en lo ojos. Él estudiaba medicina, y le encantaba todas las clases. Lisbon era una profesora de sesenta años, delgada para su edad, que ayudaba y quería a sus alumnos.
-¿Nos vemos en lo de los helados?
-De acuerdo.- respondió retirándose de mi lado.
Seguí mi camino por el solitario pasillo, iba a llegar tarde y no quería que Frederick me sacara de clases, de nuevo. Caminaba lo más rápido que podía.
Sentí un jalón en mi camisa tan fuerte que hizo que me adentrara en una habitación, cuando me encontraba dentro la puerta se cerró y quedé a oscuras. Intenté moverme para saber quien me había metido aquí, pero estaba solo en la habitación.
Quise moverme en el estrecho espacio, para poder salir, pero mi pie quedó trabado con algo en el suelo. Mi segunda opción era buscar un interruptor, así que toquetee las paredes pero no tuve suerte.
Sentí cosquillas sobre mi cabeza y me llevé las manos a la misma. Sentí que colgaba un hilo de techo y supe que era.
Bingo.*
Lo jalé y se iluminó el cuarto, bajé la mirada para poder liberar mi pie. En vez de sacar mi pie, me quedé petrificado en mi sitio.
Debe ser una puta broma.
A paso lento me agaché para observar mejor, pero era exactamente lo que parecía. Toque la bolsa y saqué su contenido con cuidado. Con mis manos temblorosas le quité el cabello de la cara.
-¿Quién te hizo esto?-logré decir indignado.
Cris.
Salí de mi clase de publicidad de último y mientras caminaba hacía la próxima clase casi tropiezo con algo en el piso. Era un teléfono, lo agarro y lo desbloqueo, no tenía contraseña. Identifico la foto de Elle y su mamá en la pantalla del teléfono, inmediatamente se que es de ella. Justo cuando lo voy a guardar empiezan a llamar. Y contestó.
-Desconocida. -dice una voz masculina.
Me quito el teléfono de la oreja mirándolo con el ceño fruncido y puedo ver que dice un nombre en la pantalla.
-Hola.- respondo tajantemente.
-¿Quién es?- pregunta después de un rato.-¿Es el teléfono de Elle?
-El mismo. -respondo.-¿quién eres tu?
Sabía como se llamaba pero no quería darle a entender que me agradaba su llamada o que lo conocía. No tenía de que estaba haciendo, pero simplemente espere a que contestara sin decirle nada.
-Tyler, amigo de Elle. -dice esperando que yo me presente, cosa que no hago. -¿Tú?
-Su novio.- dije sin pensar.
La cagué.
-¿Qué?
Realmente la cagué.
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Te Encontré.
Teen FictionCuando Elle, una chica de 17 años se muda de su ciudad natal, descubre cosas que quizá no debió saber. ¿Cual será la reacción de Elle cuando descubra todo lo que su padre le oculta? Cuando se de cuenta de que su vida tal como la cree, es totalment...