My alíen

3. TORTURA

Amelia no sabia que mas hacer. Hace aproximadamente 48 horas que su hija había cruzado la puerta de su despacho y no sabia nada de ella, la había llamado a su teléfono y nada.

Todo el equipo de investigación en conjunto con la guardia se encontraban investigando su paradero, pero Amelia sabia que en el fondo Dalia seria capaz de escapar por cuenta propia, o al menos eso quería creer. Ella deseaba en ese momento haberla entrenado mejor.

El teléfono sonó y un silencio sepulcral invadió la sala, todos guardaban la esperanza que fuera cualquier cosa menos una llamada por secuestro... pero sus plegarias no fueron recibidas.

Llamada telefónica

-Hola- Amelia sentía como su corazón estaba en sus manos, pues temía por la vida del ser que mas ama en este mundo.

-Mi querida presidenta. Escuche atentamente. Tenemos a su hija y si la quiere ver viva nuevamente hará lo que yo le diga- dijo una fría voz

-quiero hablar con mi hija- exigió, debía saber al menos si ella estaba bien

-todo a su tiempo... -

-¿que quieren?-

-¿no es obvio? Pensé que era lo suficientemente inteligente para saberlo-

-sus amenazas no me intimidan-

-Debió haber hecho caso después de la nota que dejamos en su oficina. Créame que aquí la única culpable es usted.-

-quiero a mi hija-

-Se la entregaremos en el momento en que usted renuncié públicamente a su cargo. Claro que antes deberá democratizar la presidencia de la NUM-

-nunca haré eso-

-¿estas segura? Dalia esta muy asustada... sabes te dejare pensarlo. Te llamare en media hora y quiero una respuesta y de ella depende la vida de tu hija-

Fin de la llamada

En el fondo Amelia comprendía que debía actuar ya, la cuenta regresiva corría a cada segundo y si esta llegaba a cero, perdería al único ser querido que aun tiene, ella no soportaría una perdida mas. suficiente había tenido al perder al amor de su vida. Gracias a la tecnología se dispuso a rastrear la llamada aunque dudo que su hija estuviera en el mismo lugar, aunque nada perdía con intentarlo...