sorpresa y un poco de desconcierto...
esas fueron las emociones que atravesaron mi cuerpo al escuchar sus palabras.
eres lo mas hermoso que he visto
esa frase se reproducía una y otra vez en mi mente mientras descansaba sobre la cama. Marfuz tenia un buen rato de haber abandonado la habitación y realmente agradecía al menos que me diera algo de espacio.
no se lo que me pasa, se que aun me duele lo de Ronald, pues en el fondo se que aun lo quiero. lo que no se es que es lo que siento por Marfuz.
claro que lo sabes.. es deseo puro
por mas cierto que esa afirmación pudiera llegar a ser, me niego a creerlo. lo nuestro no podría ser, el era mi salvador, mi ángel, era simplemente alguien que me había tendido la mano en un momento de necesidad, pero de eso a algo mas, había mucha diferencia. mi meta en estos momento no era otro mas que salvar a mi planeta. Y espero en Dios llegar a tiempo... ya lo demás podría esperar.
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4 días después
habían pasado ya 4 días, y estaba a tan solo dos de arribar a su planeta donde podría tomar una nave lo suficiente mente rápida como para llegar a la tierra en 5 días.
cada día que pasa todo se complica, me he dado cuenta y he llegado a acepar la gran atracción que siento hacia Marfuz, la cual por mas que quisiera negar, no me es posible ignorar.
casi no he convivido con el. parece como si tratara de evitarme a toda costa. el tiempo se acaba y no he podido agradecerle su ayuda, ademas de que deseaba pedir su consejo para la segura confrontación que se avecinaba.
-lo buscare- decidida lo afirme en voz alta, pues como mi madre siempre decía, si Mahoma no va a la montaña, la montaña ira a Mahoma.
Rápidamente me desnude y entre al baño de la habitación y me di una rápida ducha.
después de un rato dentro del baño, con paso firme salí del pequeño cuarto, únicamente con la ropa interior puesta y una pequeña toalla que sostenía en mis manos para eliminar el exceso de agua de mi cabello, pero fue grande mi sorpresa cuando lo vi, ahí, de pie en medio de la alcoba, frente a mi.
Marfuz me observo de pies a cabeza y un enorme sonrojo se apodero de mi cuando fui realmente consiente de la situación... solos, en una habitación, frente a frente y yo en ropa interior.
avergonzada baje la mirada al suelo
tragamé tierra... Dios ten piedad..
esperaba que se volteara, que mis manos reaccionaran y me permitieran taparme, hasta que saliera de la habitación... pero cuando su tibia y fuerte mano me elevo el rostro al tomarme de mi barbilla la sorpresa me invadió.
lentamente se me acerco, llegando al punto de sentir su respiración en mi frente, y nuestros pechos casi rozándose.
elevo mas mi rostro y agacho el suyo, mis ojos se encontraron con los suyos, unos hermosos ojos que brillaban cuan oro en el sol, en esa posición se mantuvo, fui hechizada por su mirada, y me perdí en ella, incapaz de reaccionar, pero fue hasta que nuestros labios se rosaron que recordé que me encontraba únicamente en ropa interior, pero extrañamente eso no me importo.
con fiereza ataco mi boca, y al principio no reaccione, fuerte e imponente me recordó al beso de Ronald en la rueda de prensa, solo que este era tan diferente, había algo en el que me daba paz, me hacia confiar y sobre todo me daba seguridad...
mis manos se enroscaron en su cuello dejando caer la toalla casi al mismo tiempo que mis labios reaccionaban dispuestos a bailar al compás de los suyos. sus imponentes brazos me rodearon por la cintura, enviando una corriente que erizo mi piel.
millones de mariposas revoloteaban en mi abdomen, y mi corazón martillaba frenéticamente contra mi torax. mi mente se nublo, y en lo que ese beso duro, solo eramos el y yo. nada mas existía.
fue hasta que unas alarmas nos notificaron que algo curia que ambos reaccionamos.
esto esta mal!!!... pero se siente tan bien
rápidamente nos separamos, y al alejarse mi piel se erizo, esta vez por el frió y el vació que dejo perder su contacto...
me miro, directo a los ojos seguido de un - debo irme- articulado.
-te acompañare, solo me pondré algo - mis mejías se sonrojaron, y me volteo en dirección al closet. en el había encontrado varias mudas parecidas a las de Marfuz, solo que en versión femenina. un traje de algo parecido al látex, en color azul oscuro, con un cinturón negro para colocar accesorios.
el traje se me señia al cuerpo como una segunda piel.
termine y me volteo notando que no había dejado de mirarme en ningún momento, y una vez mas me sonroje. sentí su mano nuevamente en mi barbilla y como mi rostro era levantado para encontrarme con sus labios. corto pero intenso, eso definiría correctamente ese beso.
-vamos- dicho eso, el tomo mi mano y entrelazo nuestros dedos. caminamos en silencio, el me guiaba y realmente no temía hacia donde nos dirigiéramos, pues el estaba conmigo.
Atravesamos numerosos pasillos metálicos, y cruzamos muchas mas esquinas y puertas, hasta que entramos a un salón parecido a los centros de control de las naves que salen en las películas. un gran ventanal, varios puestos de control con grandes tableros enfrente, llenos de numerosos botones y una imponente silla en el centro, donde se encontraba sentado el mismo hombre de la vez anterior, que cada que lo miraba le encontraba mas parecido a Marfuz.
-que sucede- pregunto a ese hombre.
al detectar nuestra presencia se giro a nuestra dirección y observo nuestras manos durante una fracción de segundos, suficientes como para sonrojarme. una leve sonrisa se asomo a sus labios al percatarse de ello.
-nada relevante- se gira- no es mas que un simple simulacro que me gusta hacer a veces, con el único objeto de mantener bien despiertos a mis hombres y asegurarme que realmente serán muy efectivos en caso de que algo realmente suceda.
La mano de Marfuz aprieta fuertemente la mía provocando un pequeño dolor, pero me niego a soltarla. un casi imperceptible gruñido sale de su boca y es entonces cuando lo noto enojado.
-limítate a llevarnos a casa. y evita hacerlo de nuevo a menos que sea verdaderamente necesario. mis hombres y yo somos lo suficientemente capaces como para saber reaccionar cuando es necesario y ademas no estamos para tus burlas y juegesitos-
-claro- sonríe el hombre. - pero no te enojes, ademas tal parece que has estado en muy buena compañía- señala con su mirada nuestras manos aun entrelazadas - ya veo porque no te encontraba hace un momento-
siento mis rostro arder de la vergüenza y todos parecen notarlo. el hombre ante nosotros nos observa divertido. Marfuz suaviza nuestro agarre y le dirige una mirada directa al hombre.
después de lo que parecen varios incómodos minutos, Marfuz se gira en dirección a la puerta. me jala con el y me lleva entre muchos pasillos. miro entre feliz y asombrada como aprieta el agarre como si temiera que lo soltara.
pasan lo que parecen varios minutos y yo los siento como un suspiro, a su lado siempre es así. entramos a una habitación, con el techo de vidrio y no puedo evitar ver las estrellas y recordar el lugar parecido en la otra nave.
-necesitamos hablar- me dice. suelta un suspiro el cual imito. volteo a verme y suelta mi mano. lentamente levanto mi vista y casi el mismo tiempo que me toma la acción, le toma a el acercarse. siento su aliento en mi frente y tal como paso antes, es suficiente para hacerme perder la razón...
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My alíen
General FictionEl mundo hacen mucho dejó de ser como lo conocemos... Despues de una caótica y devastadora guerra. Las Naciones se unen gracias una gran mujer... Amelia... Su hija Dalia es todo lo que ella pudo desear y lo que se esperaba de la digna hija de la...