-y la ganadora es...- el padre de marfuz hablaba a alta voz- Dalia, la hija de la tierra- y sin que me lo pudiera creer todas las personas(bueno lo que sean) comenzaron a gritar en mi apoyo. Realmente me apoyaban.
-estoy orgulloso de ti-me dijo Marfuz para luego besarme.
-ya bueno no te la comas, los demás también la queremos felicitar-
-en verdad Celas? Pero si la dabas por muerta- le reprende Mariane
-sólo finjia. Sabia que lo lograría.-
-repitetetelo a ti mismo hasta que te lo creas-
Marfuz tomo mi mano y me alejó por los pasillos blancos, hasta su habitación.
Al entrar me rodeo en sus brazos y me beso. Fue un beso suave, tierno. Que en verdad me hacia sentir todo lo que nos amábamos... Nos amábamos.
Lentamente se separo de mi y casi al instante un señor ya algo mayor entro.
-vengo a revisarla.-
Entonces lo entendí, un doctor.
Marfuz se sentó en la cama y antes de que me acomodara a la par de el, me jalo y sentó en su regazo.
El doc, se acercó con una especie de ¿secadora?, que al precionarla proyectaba una especie de linea con la que recorio todo mi cuerpo. Luego tomo una especue de como tableta, la que observó. Se acerco a nosotros posando una de sus rodillas en el suelo supongo que para mayor comodidad y con una especie de cuchilla, corto la parte de abajo de el traje, justo en la pierna que tenia herida.
-tienes una herida poco profunda, no necesitara la sursa pero si la calcinare, tal parece que esta semi infectada-
Paso lo que parecía una especie de algodón viscoso. Para después sacar u ana especie de puntero lacer. Solo que si que era lasar. Vi mi piel siendo un poco quemada. Pero no dolía. Poco a poco la herida se cerro. Luego de ello paso nuevamente un algodón igual de viscoso para después echar una especie de aerosol, y limpiar con un trapo blanco. Mi herida ya no estaba. Solo se veía mi piel, sana, no quemada y una suave linea entre blanca y rosada. Donde aplicó una especie de crema y la dejo cercar.
Se puso de pie y corto la manga de mi brazo lastimado. Podían observarse varios moretes, lo que me señalaba mi posible fractura.
Movió mi brazo, presionando con sus sendos donde me dolía mientras sostenía y observaba la especie de tableta. Sentí como algo se movió. Casi puedo asegurar que era mi hueso.
Aplicando una crema que se seco al instante, tomó otra especie de pistola que proyecto algo nuevamente apuntando a mi brazo. Un hormigueo se extendió por todo mi brazo. Y cuando el aparazo hizo clic. Dejo de proyectarlo y lo guardo.
Se dirigió a mi hombro. Y jalando suavemente mi brazo hacia abajo. Lo empujo con fuerza hacia arriba. Creo que lo tenia safado no estoy segura. Luego aplicó por esa zona también, la crema que se seco en en instante para luego aplicar el mismo aerosol que uso en la pierna por todo mi brazo.
Se dirigió a mi rostro donde aplicó mas de esa cosa viscosa con un algodón, para seguir aplicando el aerosol. Luego limpio con el trapo y dejó la misma crea me la pierna. Labio, ceja y nariz ya no se sentían que ardían.
-gracias- le dijo Marfuz mientras recogía sus cosas.
Se giro con una especie de jeringa, y extrajo sangre de mi brazo.
-ahora si, he terminado, permiso.-
-como te sientes-
Antes de decir algo me pare y moví todo mi cuerpo. Flexione mis brazos y piernas y moví mi hombro. Ya nada me dolía.
-creo que estoy bien-
-me alegro. Ahora tomemonos un baño y encaminemonos que tengo una sorpresa para ti-
Lentamente me desnude y entre a la especie de cascada. Marfuz me siguió y ayudo a limpiar.
Salimos y nos vestimos obviamente con trajes similares.
-ahora va la sorpresa-
Me jalo suavemente y llevo a una especie de cuarto de control casi como el de la nave, y algo dentro de mi me hizo sonreír.
Una vez mas hizo todos los movimientos de antes, para luego yo presionar las contraseñas, y luego de varios minutos presionando teclas y esperando, la pantalla de iluminó con una imagen.
-Dalia-
-Hola otra vez madre-
***
Ahí esta... Capítulo 1/3 del maratón. En la tarde subiré el otro y ya en la tarde noche el ultimo.
Voten y cometen.
Dedico este capitulo en memoria de una gran amiga, que por desgracia falleció ayer. No pude ir a su vela ni a su entierro pues vivo muy lejos, pero siempre la llevaré en mi corazón. Era joven, aun tenia mucho por dar, pero por algo Dios hace las cosas.
Para ti mi querida amiga, Kiara Melara. Que estés donde estés, estés tranquila, serena y feliz. Descansa en paz.
Los quiere
Clau.-
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My alíen
General FictionEl mundo hacen mucho dejó de ser como lo conocemos... Despues de una caótica y devastadora guerra. Las Naciones se unen gracias una gran mujer... Amelia... Su hija Dalia es todo lo que ella pudo desear y lo que se esperaba de la digna hija de la...