Una suave brisa erizo mi piel desnuda. Y poco a poco desperté. Marfuz se encontraba plácidamente dormido, se veía tan hermoso. Sus suaves hebras platinas rozaban maliciosamente la almohada y me tentaban a acarisiarlas. Un pequeño toque a la puerta me sorprendió e inmediatamente se despertó. Levantado decidió vestirse sin decir una sola palabra. Ya cambiado y dispuesto a salir me miro.
-espera, no te muevas. Regreso en un momento- e inmediatamente se fue.
Cansada por la noche anterior. Y con una sonrisa boba posada en mi rostro me dispuse a recostarme nuevamente en la cama. Pero un estruendo me hizo sobresaltar.
-el no lo permitirá-
-pues no es su decisión. Soy yo el que decido y la elijo a ella-
-ni siquiera sabes si es apta-
-somos compatibles y con eso me conformo -
-y que pasara cuando ella regrese... Lo sabia, ni siquiera lo habías pensado. Tu dices que ella es como una princesa. Pues sabes si es cierto ella tendrá que regresar y tomar su lugar. O piensas que dejara todo por ti. Tu lo dejarías todo por ella?-
-no es tan fácil-
-no es tan fácil?. Pues yo no le veo otra alternativa.-
-lo solucionaremos-
-aunque así fuera que pasara con... Surie, ella lleva toda la vida preparándose para ser tu mujer. No puedes solo fingir que no existe y decistir de ella-
-yo no pedí...-
-pero las cosas son así-
-hablaremos por la tarde-
-llegaremos al anochecer... Planeas dejarlo para última hora?-
-déjame resolver las cosas a mi modo-
-entiende que no quiero que cometas el error que yo casi cometí-
-el hecho de que tu no hayas defendido lo que sentias no es mi culpa-
-sabes que mejor hablaremos en otro momento-
Y por fin pasa la puerta encontrándome sentada en la cama aun como el me dejo.
-lamento haber demorado-
-quien es Surie?-
-nos escuchastes?-
-fue imposible no hacerlo-suspire-es acaso tu novia o tu prometida?-
-mira-suspiro-en mi raza somos gobernados por una maxima autoridad, el rey, seguido de dos provincias, divididas en 8 villas cada una. El rey manda sobre todos, los segundos al mando son las jefes y por último los lideres. De entre las hijas de uno de ellos se escoge la genéticamente mas apta para se la reina y compañera del primogénito y futuro rey. Yo soy el. Cuando apenas era un bebe ella nació y fue genéticamente compatible. Desde ese momento ella se convirtió en la candidata principal. Fue educada y amoldadá para mi. Yo no la conozco, ni ella a mi, pero siempre e tenido su nombre muy presente.-
-que horrible. Obligarla sin saber que es lo que ella quiere-
-para mi raza eso no importa. La única forma que ella sea libre es que yo tome por esposa a alguien mas, pero debe demostrar ser apta para mi-
-a que quieres llegar?-
-a que quiero que esa persona seas tu- todo el aire se me fue- quiero que seas tu mi reina- mi pulso se acelero- quiero que seas mi compañera - mis manos temblaban- se mía-
Las palabras simplemente no me salían. Todo se me acomulaba. Yo tenia una vida en casa pero muy en el fondo sabia que no podría volver a ser igual nunca, no después de todo esto. Cada frase, cada palabra que decía se me gravaba directo en el corazón... Y por mas que luchará, parecía como si firmara en el, dejando su huella, haciéndolo suyo... Y vaya que si lo logro...
-sabes que debo volver-
-podemos resolverlo-
-además que se supone que hace una reina-
-técnicamente nada. Solo acompañarme una vez cada tantos meses a alguna visita diplomática o representarme en alguna cuestión simple del pueblo, ser mi ayudante y consejera y sobre todo hacerme feliz-
-sin ofender tu pueblo es un poco machista-
-eso es un si?-
-digamos que es un tal vez-
-prometo que para la noche ya habrás cambiado de parecer- sonrío y sin esperar mas, lo bese.
****
Bueno pues espero que les guste... Se que es corto pero el otro lo valdrá... Los dejaré un poco picados... La pregunta es ¿aceptara Dalia la propuesta de Marfuz?...Nos leemos Lugo...
Los quiere
Clau.-
ESTÁS LEYENDO
My alíen
General FictionEl mundo hacen mucho dejó de ser como lo conocemos... Despues de una caótica y devastadora guerra. Las Naciones se unen gracias una gran mujer... Amelia... Su hija Dalia es todo lo que ella pudo desear y lo que se esperaba de la digna hija de la...