My alíen

33. Tercera Batalla - La Final

Espero que les guste, es la parte más larga de la historia. 2242 palabras para ser exactos.

si quieren que les dedique algún capítulo, diganmelo en los comentarios y mencionenme el cap que quieren...

saben, estoy pensando hacer maratón, ¿que dicen?

y sin mas, voten y comenten. 

***

Dos días.

Ese es el tiempo que nos demoró coordinar y planear lo que creemos es la maniobra perfecta. Es tan simple que a la vez se nos hace tan complicada.

En síntesis, serán 20 ataques simultáneos persistentes de todas direcciones. Simplemente no tendrán escapatoria, y si intentan huir, nos retiraremos y en menos de 5 minutos les lloverá fuego del cielo. Están peligroso. Las probabilidades de éxito y fracaso son parejas. Aquí será simplemente un todo o nada.

-no quiero que vayas- me encontraba saliendo de la ducha, cubierta únicamente por una toalla, y sosteniendo otra con mis manos para eliminar el exceso de agua de mi cabello. Un Marfuz tan sensualmente desnudo me observa entre mis sabanas, rogándome con dulces palabras y una suave mirada que sea cobarde al menos una vez en mi vida, y que aguarde en la seguridad de la central mientras todos los que amo dirigen un ataque definitivo para eliminar la amenaza que nunca debió haber puesto ni un pie en mi planeta... una petición que me parece de lo más tierna y a la vez de lo más absurda.

-pensé que ya habíamos quedado que por la paz no volverías a pedirme esto-

-sabes que te amo-

-y yo te amo a ti también-

-solo me preocupo por ti-

-yo también lo hago- suspiro- y no solo por eso te he pedido que te quedes en tu nave mientras yo voy y corro peligro-

-no es lo mismo-

-claro que si, además estaría más tranquila a la par tuya, sabiendo que estas bien, a quedarme con el Jesús en la boca, comiéndome las uñas deseando saber si estas o no bien-

-lo siento, yo es solo que-

-lo sé-

-sabes que te amo, y no quiero que nada te pase-

-lo sé-

Me acerco hasta donde esta y lo abrazo, en lo que cabe como abrazo, en sí, el abrazando mi cintura, con su cabeza apoyada en mí abdomen, mientras mis manos acarician su suave y platinado pelo.

-siempre me he preguntado por que tu pelo es plateado-

-bueno pues el tuyo es ¿café?, así le llamas-

-castaño y la verdad es de lo más común-

-pues si no te has dado cuenta- se separa un poco de mí y deposita sus dedos entre sus hebras- esto-dice acariciando su propio pelo. - es de lo más normal en el mío-

-sabes creo que tu sentido de la normalidad es totalmente lo contrario al mío-

-pues eso no me importa, eres diferente, eres hermosa, y eres completamente mía-

-te amo-

-yo igu...- lo cayo con un beso y antes de que pueda darme cuenta, me jala, haciendo que pierda el equilibrio y que así, con su hábil destreza, logre depositarme en su regazo, y tenerme a su completa merced.