Just Ziam.

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Liam bajó los escalones de las escaleras de dos en dos y cuando llegó al final suspiró fuerte y caminando hacia la puerta se preparaba mentalmente para verlo de nuevo, suspiró de nuevo cuando giró el pomo de la puerta abriéndola dejando a la vista a un Zayn completamente empapado.

—¡Joder!—chilló Liam haciéndose a un lado.

—Sorpresa—balbuceó Zayn mientras temblaba y sus dientes castañeaban.

—¿Estas loco?—preguntó escandalizado colocando una manta encima de los hombros de Zayn.

—Tal vez un poco—sonrió apenado—Te dije que me preocupaba por ti y quise venir a verte.

Liam sonrió mirando el suelo, tratando de esconder su sonrojo.

—Se que es así, sólo que no debiste hacer esto, es una tormenta y el frío de diciembre es horrible.

—Es más horrible saber que estoy perdiéndote por mis tonterías.

—No hablemos de esto—pidió Liam susurrando.

—Pero Liam yo—Zayn comenzó a hablar pero Liam lo detuvo.

—Primero debes cambiarte de ropa, aún tengo ropa en tuya en mis cajones.

Zayn lo miró de inmediato como si eso hubiera sido suficiente para saber que no todo estaba perdido.

—¿Por qué conservaste mi ropa?

Liam río.

—¿Querías que la vendiera por internet?

Zayn soltó una carcajada negando con la cabeza.

—Sabes a lo que me refiero Payne.

Liam comenzó a caminar en dirección a las escaleras queriendo evitar la mirada de Zayn sobre el.

—Pues, simplemente la guarde porque quería usarla después—alzó los hombros restándole importancia.

Zayn frunció ligeramente el entrecejo caminando atrás de Liam, subiendo las escaleras mientras se abrazaba de la cálida manta ya empapada.

—¿Es por eso?

Liam llegó a la puerta de su habitación y soltó el aire contenido.

—Tenía la esperanza de que volvieras a mi lado, a donde perteneces—susurró aún dándole la espalda.

—Liam.

El castaño se giró quedando frente a frente con Zayn.

—No necesitas decir algo, me quedó claro con los mensajes, se que quieres mi amistad y yo respeto tu decisión, no planeó hacerte cambiar de opinión—sonrió, pero la calidez de su sonrisa no apareció en sus ojos, el corazón de Zayn se oprimió.

Liam se giró de nuevo y abrió la puerta de la habitación.

El moreno respiró hondo, llenándose de recuerdos, recordando las mil y una noches que habían pasado en esta habitación, donde el mundo fuera de esta no importara ni siquiera un poco, donde el tiempo pasaba lento mientras Zayn se recargaba en el pecho de Liam escuchando los latidos de su corazón, donde cuatro paredes encerraban más secretos de los que alguien pudiera alguna vez imaginar. Y fue ahí donde Zayn se dio cuenta de lo mucho que amaba a Liam, donde descubrió que lo que tenían ellos era algo más especial que cualquier premio, que cualquier reconocimiento de música, que ser recordado por miles no significaba mucho si era olvidado por una sola persona que realmente amaba.

Los ojos de Zayn comenzaron a picar y una opresión en el pecho le hizo jadear.

El estaba tan enamorado de Liam que no pensaba con claridad, que dos segundos sin en el castaño eran dos mil años, donde un futuro sin el le parecía una tortura.

—Liam—susurró el moreno.

Liam levantó la mirada encontrando la de Zayn.

—Lo siento tanto—sollozó el moreno—Te he hecho daño, te he lastimado de una manera horrible, te estoy faltando y no me lo puedo perdonar.

El corazón de Liam latió acelerado, se acercó a Zayn justo cuando este comenzó a temblar más para después colapsar frente a sus ojos.

—¡Zayn!