Hoy mi mamá se levantó de mal humor. No se que le pasa o si me está ocultando algo, simplemente está enojada y no quiero estar aquí.
***
Joana me pidió que la acompañara a pagar unas cosas de su mamá al centro de esta ciudad. Conozco a Joana hace unos tres años. Ha sido una buena amiga, lo normal, casi nunca nos vemos, pero el día que la veo es algo muy divertido y loco. Así que como mi mamá está enojada pero tengo a mi buen abogado, mi papá, supongo no habrá impedimento.
Mi mamá no me conoce en realidad, pero ella sabe que es normal, que los hijos nunca seremos iguales con nuestros padres a como somos con nuestros amigos, así que preparo mi celular, audífonos, me recojo el cabello que ha sido un desastre total y salgo a las 3:54 de mi casa para ir con Joana. La casa de ella, está por la pizzería, solo tengo que subir dos cuadras, doblar a la derecha y ahí está la pizzería, la casa de Joana está a siete casas de esa ahí. Vive en una avenida. Llego a las 4:01 y toco la puerta.---Hola señora, ¿esta Joana?
---Sí deja le hablo.---La mamá de Joana es una buena persona, no creo que yo sea su persona favorita en el mundo, pero esta bien.
---Sí, gracias.
Joana tarda unos tres minutos en salir.
---Por fin---Le digo en tono de enojada, pero sabe que es bromi.
---¡Uy! Perdón.
---Se cuidan y regresan pronto---Nos dice la mamá de Joana.
---Sí, está bien. Al rato regresamos---Digo yo.
Empezamos a caminar por la avenida, mientras me quito los audífonos para empezar a platicar.
---¿Qué ha habido?---Pregunto.
---Nada, he estado aburrida, estoy empezando a leer un libro nuevo y estoy muy emocionada por eso no sabes...---A Joana le encanta leer, a mi me gusta, pero creo que de mis amigos ella es la que ha leído más libros. La consideró una persona culta.
---Órale ¿Cómo se llama?
---Está en wattpad, es mas bien una historia pero está super interesante.
---Vaya. ¿Me la mandas?
---No ¿Porqué? Búscala, todo quieres---Se ríe.
---Creí que eras mi amiga---Le digo en un tono de querer llorar.
---Pues no lo soy---Vuelve a reír.
---Y yo tampoco---Le digo doblemente cruel.
---Lo sé, eres una mala persona.
---Oh gracias---Contesto con sarcasmo.
La plática continúa así y hablando de libros, de cosas ilógicas, escuela, sueños, etcétera. Hasta que llegamos a donde tiene que pagar el teléfono. Hay poca gente, pero solo hay una caja para atender gente. No entiendo, a veces hay cuatro o más cajas en los bancos o en este tipo de lugares y solo hay una persona que atiende, que desesperación, ¿para que hacen tantas si no las van abrir? El ser humano crea cosas útiles, pero él mismo, con el paso del tiempo las hace inútiles.
***
---Dios, por fin---Digo---No manches sólo una caja.
---Oye tranquila. Es que hay poca gente.
Como preferimos caminar a utilizar el camión que solo es una "lámina voladora" pasamos por la panadería y es obvio lo que va a pasar. Así que ya estando adentro compro un pastelito y Joana una dona. La señorita que atiende nos pregunta que si en bolsa o nos da una servilleta, me adelanto a contestar y le digo que una bolsa. "¿Qué le pasa? Para eso le pagamos". Aunque eso no se lo digo.
Como ya se acabó la tragazón, ahora lo que haría comúnmente sería tirar la bolsa, pero no en este caso.---¿Qué haces?---Me pregunta Joana, sabe muy bien lo que va a pasar, así que se integra al plan.
---Mmm...que rico ¿No quieres?---Le digo inhalando la vacía bolsa de pan y hago voz de pacheco. O como si me drogara.
---No, no manches ya no te drogues. ¡Ya deja las drogas!---Habla lo bastante fuerte y una señora se nos queda viendo raro. Eso me da risa así que parece que sí estoy drogada. Sigo oliendo la bolsa y me da risa la reacción de las personas.
Seguimos caminando y una señora joven con un gafete se dirige a nosotros y me dice:---Señorita, buenas tardes, somos de Alcohólicos Anónimos y...---En la madre, ya me van a encerrar, no vuelvo a jugar a la drogada. ¿Qué hago? Yo no soy una drogadicta.---Y estamos pidiendo una cooperación para ayudar a los internos, con lo que gusten ayudar----.
Volteo y veo a Joana, saco una moneda de cinco pesos y se la doy.
---Gracias---Dice la mujer.
---De nada---Contesto y seguimos caminando.
Cuando ya no me escucha, Joana empieza a reírse muy fuerte y me contagia.
---¡No manches, ya me veía internada ahí!---Digo entre risa y broma, pero sí lo pensé.
---JAJAJAJAJAJA. Yo también pensé lo mismo...ay...no manches...jaja...y que se acerca y te dice....---Ni siquiera alcanza a terminar la frase por que le gana la risa.
---Que oso, imagínate si me hubieran metido---Digo muerta de risa también.
---Hubiera estado chido---No para de reír.
---Ajale, como fue tu culpa---le doy un empujoncillo.
---Jajajajaja. Tu tienes la culpa por loca.
---Jajaja, te encanta, no te hagas.
Así casi hasta llegar a su casa, platicas sin fin, conversaciones que sacaban más, perdíamos el tema.
---Mira tu pizzería favorita---Me dice Joana, señalando la pizzería Fazbear con la cabeza.
---Ja ja. Claro, nunca fui.
---Pues ya la cerraron.
---Me siento tan mal por eso---Lo digo con sarcasmo.
---Oye, pobres niños.
---Ya tranquila, no volveré a bromear con eso.
---Eran niños.
---Había pizza...
---Elsa...---Me lo dice en un tono que creo que una tormenta de arena se aproxima.
---Ya, perdona mis malos chistes. Aunque no creo que hayan atrapado al tipo.
---Pues deberías ser comediante o detective.
---O un payaso espía---Contesto.
---Ja ja ja. Que graciosa. Bueno gracias por acompañarme, hay que ver que otro día salimos.
---De nada y sale, te cuidas.
---Adiós
Se mete y cierra la puerta de su casa. Yo saco mis audífonos y me dispongo a escuchar un canción, se me ocurre pasar por la pizzería Fazbear. "Deberías ser comediante o detective", pienso en lo que me dijo Joana, no lo había pensado, yo siendo detective, nunca me tomo las cosas como me las dan, siempre dudo, nunca creo del todo, así que, supongo que investigar los hechos de este ridículo restaurante, sería un buen caso para empezar, son vacaciones y tengo tiempo de indagar.
Me detengo en la puerta, saco mi celular y tomo una fotografía, me dirijo a la parte de atrás, entonces me desconcentro cuando oigo un ruido que no conozco:---Pssst, oye.
Y eso me desconcentra, giro para ver quien es y ¡sorpresa!
Sí, es él...

ESTÁS LEYENDO
Un amor demorado
RandomElsa tiene 17 años y en medio de su locura juvenil, se enamora de un misterio.