No me la pasaré hablando del tipo de persona que soy. Tan sólo soy una humana. Pero me llamo Elsa, tengo 17 años y vivo en uno de los barrios más antiguos y peligrosos de esta pequeña ciudad. La escuela no me importa tanto porque nada de lo que hay aquí me interesa, la gente trabaja en donde puede y no en donde quiere. Soy de pocos amigos y no confío en mucha gente.
Mi familia es normal y supongo que yo también.
Mi padre, supongo es mi abogado, me sigue defendiendo de mi madre. Mi madre era una flor que nació sin espinas, única, pero ya era un flor vieja. Mi hermana Erika, con dos hijos que por alguna razón cuando yo hablaba de Vincent, temblaban cual maracas. Y mi hermano Adrian, el que menos me quería pero me daba igual.
Esta es mi vida, más bien, eso era hasta entonces, porque cuando lo conocí, él, Vincent, se convirtió en mi vida.
ESTÁS LEYENDO
Un amor demorado
CasualeElsa tiene 17 años y en medio de su locura juvenil, se enamora de un misterio.