Nos la pasamos hablando de lo mierda que es la vida a veces.
Vincent no habla mucho, pero cuando lo hace, las frases que dice me suenan a sabio, no como los que se sientan a meditar, sino que alguien que ha vivido bastante.Cuando llegué a casa ya pasaban de las ocho de la noche, creo que se viene un problema, abro la puerta con cuidado y entro de lo más tranquila.
---Elsa---Me dice mi mamá viniendo hacia mi.
---Ya vine---Sonrío de manera forzada.
---No me digas. ¿Donde estabas? ¿Sólo al parque? ¿Porqué a estas horas?---Sí está enojada.
---Son muchas preguntas, es que se me fue el tiem...
---¿Haciendo que? Sólo ibas a caminar ¿No? Dime la verdad, a ver acércate, hueles a cigarro---se me acerca y me estira del suéter---¡Fumaste! ¿verdad?
Se me había olvidado que fumé, a mi mamá y familia no les gusta el cigarrillo, no se que responder, no puedo negarlo.
---No yo no, es que se me pegó el olor---Intento decir calmada.---Me encontré a un amigo, me acompañó a caminar y como fuma, pues...ya sabes.
---¡No me mientas! ¿Quieres llegar a los treinta y ya agitarte cuando subas escaleras? ¿Qué clase de amigos tienes?
---¡No fumé! Tranquilízate, no es como que sea una adicta...ni siquiera sabes que no lo hice. Y déjalo, o sea, no existen las malas influencias.
---Espero que estés diciendo la verdad. Que yo no te vea fumar, Elsa. Porque entonces le diré a tu papá y no creo que sea tan bueno contigo.
---No me crees, ¿cierto?
---Si te creo o no, no te incumbe, pero me has decepcionado. Hasta mañana. Tu papá aún no regresa del trabajo, tienes suerte.
---¿Porqué no ha regresado?---Pregunto.
---No lo sé, hasta mañana.
***
No sé si pueda arruinarme lo que me dijo mi mamá. Quiero que me importe, pero en realidad estoy exageradamente feliz de haber fumado, me siento mejor, suena tan inmaduro, pero así es. Además, Vincent no me había obligado a nada, pude decir que no, pero no lo hice, fumé, me siento bien y mal, pero no se si es efecto del cigarro o es Vincent el que me pone así. Juraba que tenía ojos bonitos, pero no es así, él tiene los ojos más brillantes que pueda haber. ¿Qué diablos estoy pensando? Mejor me duermo, esto me confunde.
Quisiera hablarle a alguien acerca de esto, de él, de lo que siento, pero no se si confiar, le llamaré a Joana, no no no, mejor le mando un mensaje para verla y platicar. Así no se verá como si Vincent me importara tanto. ¿O si me importa?***
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Un amor demorado
RandomElsa tiene 17 años y en medio de su locura juvenil, se enamora de un misterio.