Ahora o nunca

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Mi madre no me ha puesto atención, no le he contado lo de Vincent. No me enfermé después de la lluvia, parece que los planetas giran a mi favor, excepto uno: Vincent.
Lo sueño, me siento mal si no lo veo, me asusto, me enojo, canto, luego grito. ¿Qué demonios me hizo?
Lo he pensado mucho, no quería llegar a tal extremo de ir a buscarlo a su casa, pero si no lo hago, si no lo intento una última vez sé que me arrepentiré de no haberlo hecho, de no haberme arriesgado.
Es la última oportunidad, ¿La tomo o la dejo? Me importa mucho él y no quiero perderlo, el hizo que me encontrara a mi misma, él cambió mi vida.
Él era un vector y yo un escalar, y sin quererlo el se integró a mi vida, dándole dirección y sentido... Espera ¿Qué? Por eso repruebo física, bueno ya.
El era mi misión ahora y mi misterio a resolver.
Cruzo el puente, el parque, espero acordarme de la casa, vamos vamos, es morada ¿dónde está? Sigue, sigue. ¡Lotería! No se oye nada, solo mi corazón latiendo como tambor en desfile, tengo que tocar el timbre; uno, dos, tres...
No abre nadie.
Intentaré otra vez.
Está bien una vez más.
Quizás no lo escucha.
¡Ta' madre ábreme!
Control, control, esta es la última...y en eso abre Vincent y tiene agujeros negros debajo de los ojos, parece que alguien no ha dormido bien.

---Vincent. Hola. ¿Cómo estás? He ido al parque pero tu no estás...quería sab...

---¿Qué quieres de mi?---Parece que acaba de despertar.

---Saber como estás...---Lo perdí para siempre.

---Eso no te importa. Y a mí tampoco me importa que hayas ido al parque.

---Me tuve que ir...---Estoy a punto de llorar.

---Sí ¿Y? No quiero excusas, tampoco explicaciones. Está bien. Ya estoy acostumbrado.

---No digas eso, me harás sentir peor y...

---¿Ahora tu eres la víctima? ¿Ahora te sientes mal? ¿Qué sentí yo al ir al parque y no encontrar ahí a la única persona que creí que iba a ayudarme? No lo sabes ¿cierto? ¡Nunca lo sabrás! Te conté mi mayor secreto y no se lo había contado a nadie, después de eso desapareces y yo con miedo, aquí, encerrado sin poder salir---Las lágrimas se le salen solas.---Pero ya estoy acostumbrado, vete por favor.

---Vincent, déjame explicarte...

---¡No puedes hacerme más daño!

---¡Es que ni siquiera me contaste tu secreto!---Grito---.Me fui antes de que empezaras a hablar, yo no se nada de ti. ¡Nada! Nada más quería explicarte y perdón por no ir, después de todo no perdimos nada. Es todo. No se tu puto secreto y jamás sentiré lo que sientes.

---Ja---Mira al piso y sonríe.---Hasta que dices algo cuerdo. Siempre dices puras incoherencias.

---Hace unos días te parecía muy madura y ve ahora lo que dices.

---Hace unos días no me habías traicionado.

---A veces no se puede, creí que tu madurez haría que lo entendieses---Giro y empiezo a caminar, escucho cerrar su puerta.

No creí que esto pasaría ¿corazón, mente o filosofía rota? ¿Lo perdí? ¿Me perdió?
Todo pasó tan rápido. Y así, seguí avanzando. Imaginando que Vincent llegaba corriendo y me decía que esperara. Que el me quería. Pero no fue así.
Eso parecía ser definitivo. Llegué a mi casa y para suerte no había nadie, así que puse música muy fuerte y dejé ir lo que sentía.
Y es que él había llegado para cambiar mi vida, para hacerme pensar en que aún hay gente diferente. Perdí mi orgullo por él, pero creo que el no se dio cuenta.

***

A las ocho, mi mamá me habló para que fuera a cenar, obvio lo hice, no dejaría de disfrutar la comida sólo porque el no está, pero no podía ocultar mis sentimientos, no sirvo para eso, no se fingir.
Cuando mi papá termina y deja su plato y luego sale, es cuando empieza el inevitable interrogatorio.

---¿Qué te pasa, Elsa?---Me pregunta mi madre levantando su plato también.

---Nada ¿Y a ti?

---No mientas, te conozco, hija.

---Mamá... no lo entenderías.

---Por eso quiero escucharte---se sienta frente a mi.

---Peleé con mi amigo.

---¿Tu amigo?

---Ajá.

---¿Y que pasó? ¿Ya hablaron?

---Algo así, pero por lo visto el está muy enojado, no lo entiendo---pienso y le digo---¿Porqué hay personas que no aceptan explicaciones?

---Mira hija, si hay personas que no aceptan explicaciones es porque no las merecen.

Eso me dolió en algo parecido al alma, imaginar que Vincent no merece explicaciones y que entonces eso significa que no vale la pena.

---Pero déjame decirte algo---sigue hablando---. Esa cara que tienes parece como si fuera algo más que tu amigo. ¿Hay algo que no me has dicho?

---No mamá, es únicamente mi amigo---eso también es cierto.

---No quiero que estés así por ninguna persona. No quiero que vuelvas a estar como cuando Ana era tu amiga.

---No te preocupes, esta vez es distinto.

---¿Y tu tuviste la culpa? ¿O fue él?---Me pregunta---. Quizás si tienes la culpa deberías disculparte.

Me quedo callada pensando en que sí, que ya me disculpé, pero no le digo eso porque entonces me dirá que no le ruegue, que no lo haga.

---Pero tampoco le vayas a rogar.

Claro, no contaba con que mi mamá sabe leer mentes.

---No mamá, jamás. Es que esperaba tener un amigo, pero quizás me hice ilusiones yo sola---Me oigo decir eso y sí, quizás hasta tengo razón, el no me ilusionó. Fui yo.

Un amor demoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora