Freedom

128 7 0
                                    

Cuando me despedí de Vincent, solo fue un adiós normal. No me gusta saludar ni despedirme de beso, al menos no si no tengo tanta confianza, prefiero las palabras y no creo que el sea la persona mas cariñosa del mundo.
Espero que mi mamá no le haya dicho a mi papá. Y espero que ella no esté enojada, aunque empieza a valerme madre lo que piense, creo que si no hago este tipo de cosas entonces ¿Para que soy joven? A veces puedo pensar muy estúpido, pero me gustaría salir de la rutina.
Como no quedamos en nada, supongo que no veré a Vincent hoy. Creo que me voy a relajar, mejor no salgo con Joana y no quiero hablarle a nadie, solo quiero estar conmigo.

---Buenos días mamá---Le saludo.
Ella no me contesta y ni siquiera me voltea a ver.

No le voy a rogar, yo cumplí, que sea un loco y no diez ¿O como?
Tengo ganas de un licuado. Amanecí con muchas ganas de oír música, de estar en paz y nadie va arruinar mi día, así que empiezo por poner a Dilly Dally.
El desayuno estuvo bien. Así que empezaré por ordenar mi habitación. Hay cosas que ya no necesito, pero las sigo guardando por "su valor". Me encuentro con dibujos que me hizo alguna vez Ana, dibujos que entonces eran los más chidos porque hacía historietas. Ella fue mi mejor amiga en secundaria, por alguna razón ya no la he visto, esa razón era porque ella se había ido, nunca volvió a ser la misma desde que sus padres se divorciaron. Recuerdo que cuando ella estaba mal siempre me llamaba, a veces venía a mi casa y lloraba y yo la escuchaba hasta la noche, me dolía verla así a tal punto de que a veces yo lloraba por ella y mi mamá se preocupaba por eso, por mi. Ella siempre sonreía y aunque ella estaba mal, siempre me hacía reír y la pasábamos siempre juntas, pero "siempre" sólo duró los últimos dos años en la secundaria, porque una perra hipócrita se hizo su mejor amiga y yo la dejé ir, la traicionó varias veces y siempre estuve para ella, pero aún así, se fue.
Me encuentro con mis apuntes, cuadernos y una lista de cosas que nunca haría y en ellas está fumar, bueno, esa ya no la cumplí.

***

---¿Porqué no se hablan?---Pregunta mi papá cuando estamos en la mesa a la hora de comer.

---Yo sí le hablo---respondo.
Mi mamá no habla, no opina, nada.

Mi padre se le queda viendo y luego me voltea a ver a mi.

---¿Qué traen?---Se limpia la boca con una servilleta.

Mi mamá trae su plato se sienta y dice:---Que te diga Elsa.

---Se enojó porque ayer llegué tarde.

---¿A que hora?

---Cómo a las ocho.

---¿Donde estabas?

---Ahí está---interrumpe mi mamá.---Que se fue toda la tarde con quien sabe quién y no regreso hasta esa hora.

---¿Eso es cierto, Elsa?

---Sí pero me sentía mal.

---No puedes llegar tan tarde ¿Con quien estabas?

---Me encontré con un amigo, se nos fue el tiempo...

---Fumando---interrupción de mamá.

---¿Qué?---se cae el salero que está junto a mi.

---Yo no, él fuma, yo ni siquiera lo probé...

---Elsa---Habla mirando su vaso de agua de limón---Ya estás grande como para saber que es bueno y que es malo, tu sabrás, lo hago por tu bien...yo no te voy a decir nada, tómalo como quieras.
Mi madre se le queda viendo.
Yo no se que pensar ¿es regaño? ¿Es libertad? Que diga algo más, que diga. No, no, es tiempo de que decida por mi misma.

Un amor demoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora