¡Un gran problema!

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¡Un gran problema!

Me desperté sudando.

-Tienes dos opciones, ser mía o hacerme tuyo.-

Esa frase resonaba en mi cabeza una y otra vez, ¿por qué tenía quetener sueños como esos con él. Me senté y vi a Yuu dormido, su rostro mostraba felicidad, el mío encambio mostraba frustración y deseo hacía él.

Fui directa al baño y me di una ducha fría, porque la necesitaba,porque quería que mis pensamientos se fueran, no quería llegar a la librería y estar distraída todo el día.

-Buenos días Suzu.- Dijo Yuu entrando en el baño.

-¿Pero qué haces? Sigo desnuda.- Dije cubriéndome con la toalla lo más rápido que pude.

-¿Y qué? Somos pareja.- Me sonrojé, ni la ducha fría servía si tenías al causante de tus fantasías medio desnudo delante de ti.

-Mierda.-Susurré pasando por su lado, con la cabeza agachada y sonrojada, él me cogió del brazo y me acaricio la mejilla.

-No hace falta que escondas tus deseos.- Me besó debajo de la oreja e iba bajando poco a poco hasta mi cuello para luego descender al nacimiento de mis pechos, los cuales seguían tapados con la toalla.

-Y-yuu,por favor.- Susurré, él me miró a los ojos y me besó.

-Está bien.- Luego removió mis cabellos húmedos.

Salió del baño y me dejó sola, con el corazón agitado y con unas ganasde devorarle tremendas.

-Pero que te pasa Suzu, eres una indecisa.- Susurré peinando mi cabello negro.

Salídel baño y me dirigí al armario, lo abrí y cogí la ropa más calentita y cómoda que vi primero. Dejé caer la toalla y me di la vuelta para poner la ropa en la cama, y ¡sorpresa!

Yuu me miraba con los ojos bien abiertos.

-¿De verdad quieres que me contenga mientras te veo desnuda en mihabitación?- Me sonrojé y no le dije nada, pero tampoco me moví demi sitio.

Cogí la ropa y me vestí.

-Me voy, espero que te portes bien.- Fue lo último que dije al salir delapartamento.

-Pov'sAoi-


Me quedé solo en el apartamento, mirando el techo. Hoy no teníamos ninguna reunión, ningún ensayo, sería muy aburrido estar todas las horas sin tener a nadie a mi lado.

Me levanté y fui al salón. Cogí mi teléfono móvil.

-Hola Uruha, ¿te pasas por mi casa?-

-Estoy por pasar, ahora voy.- Colgó y me fui a vestir.

A los pocos minutos Uruha estaba llamando al timbre. Le abrí y él entró sonriente.

-¿Hace frío fuera?- Pregunté mientras iba a por algo de beber a la cocina.

-Sí, he hecho bien en poner un abrigo, ¿no está Suzu?- Llegué al salón, donde vi como Kouyou se estaba quitando el abrigo y miraba de un lado para otro buscando a Suzu con la mirada.

-No, ella tenía que trabajar.- Vi como empezó a sonreír.

-Así que ella es la que trae el dinero a la casa.- Le miré con cara de enfadado.

-¿Enserio Uruha?- Pregunté, era más que obvio que por mucho que Suzu trabajase yo ganaría más que ella.

-Vale, vale ya paro.- Se sentó en el sillón y suspiró.

[En edición] Mi agradable vecino [the GazettE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora