-Si no volvemos antes del anochecer lo matará.-

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-Si no volvemos antes del anochecer lo matará.-

Desperté cuando sentí que el teléfono empezó a sonar. Con la mano llegué a coger el teléfono y llevé el móvil a mi oreja.

-¡Maldita sea porque demonios no cogías el teléfono!- Salté de la cama cuando oí la voz de Yuu.

-¿Aoi?- Pregunté aun sin estar convencido.

-No, Yuu Shiroyama.-

-¡Yuu! ¿Dónde estás?- Grité mientras encendía la luz y hacía que Suzu se levantara de la cama.

-¿Qué pasa?- Preguntó de repente Suzu levantándose de la cama.

-¿Suzu está durmiendo contigo?- Parecía enfadado.

-Eso no importa, ¿dónde estás?-

-Acabamos de pasar por donde vivía antes, vamos a tú casa.-

-Está bien.-

Aoi colgó y miré a Suzu.

-Aoi viene hacía aquí.- Susurré despacio.

-¡¿Qué?! ¡¿Enserio?!- Asentí. Suzu se levantó de la cama con una sonrisa en su rostro.

-Se te ve feliz.- Dije más para mí mismo que para ella.

-Por supuesto.- Suzu se fue al salón y se quedó mirando por la ventana. Se pasó así quince minutos hasta que alguien llamó a la puerta. Suzu fue a abrir sin ni siquiera preguntar.

Cuando abrió la puerta y vio a Aoi saltó encima de él.

-¡Yuu!- Dijo mientras lloraba. Aoi la agarró de la cintura y entró a la vez que Kei.

Cerré la puerta. Estaba feliz de ver a Suzu por fin con una sonrisa en su cara, pero por mucho que me negara yo la amaba y eso me dolía.

-¿Por qué?- Preguntó Suzu aferrada al pecho de Aoi.

-Fue Mikoto, nunca te dejaría así Suzu.- Susurró contra su oído. Suzu se abrazó más a él.

-¿Dónde has estado? ¿Y cómo es qué Kei estaba allí?- Pregunté intentando distraerles. Miré a Kei, este bajó la cabeza.

-Estuvo en el sótano de la librería.- Susurró. Miré de reojo a Suzu. Esta levantó la cabeza y su cara palideció. Se soltó del agarre de Aoi y fue a por Kei.

-¡Tú lo sabías! ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué no me lo dijiste?- Levantó la mano, tenía lágrimas en los ojos.

Antes de que su mano tocara la mejilla de Kei, Yuu la agarró.

-Déjale terminar.- Dijo sin más Aoi.

-Mikoto me amenazó con matarte si le decía a alguien que Aoi estaba allí.- Suzu retrocedió un paso y chocó con la espalda de Aoi, luego cayó sobre sus rodillas.

Se llevó las manos a la cara y empezó a llorar de nuevo.

-Lo siento... todo esto es por mi culpa.- Dijo mientras hipaba.

Aoi se arrodilló a su lado y la abrazó, luego me miró.

-¿Qué ha hecho Mikoto mientras yo no estaba aquí?- Preguntó.

-Mandó a matones a perseguirnos, entró en vuestra casa mientras dormíamos y... ayer entraron en mi casa mientras yo estaba en vuestra casa, digamos que llegué justo a tiempo.-

[En edición] Mi agradable vecino [the GazettE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora