Los acordes de la guitarra son tan insípidos, pero mis dedos necesitan pasar por las cuerdas al menos una vez de tanto en tanto. Me recuesto contra la pared, y con las estrellas brillando en los cielos, a casi un año de aquella noche... a casi un año de reconocerme a mí mismo que tu belleza no tenía comparación, que tu alma debía ser mía y aun así me negué a mirarte.
Sobre la mesa están las cartas de la nona, unos dibujos hechos a mano, lápices, tazas de té y café, mis pies en la punta de ella, porque me cansé de una postura perfecta y quería relajarme.
Todos estamos sentados aquí, algunos comiéndose las galletas que hizo Berenice, otros con caramelos en la boca, yo solo me puse a observarlos de tan aburrida que ya estoy.
Hace aproximadamente tres días que estamos con esta actividad, dormimos casi nada, porque la idea es entender quién escribía las cartas a la nona, descifrar el significado del símbolo y ver si encontramos forma de ganar ventaja sobre los Nemosorum para así pensar en aventurarnos en la búsqueda de Fran.
Estoy encargada de diseñar un mapa estratégico de puntos que sean importantes en orden de niveles de energía y relevancia según las notas.
Helios, como si de alguna tarea se tratara, en un cuaderno de notas tiene escrito los puntos relevantes, numerados, y situados en una línea de tiempo, llámenlo maniático y no estarán equivocados, pero él se autoproclama ORDENADO.
De tanto en tanto me permite salir y oír algo de música, claro que es por la culpa. En estos días no hemos hablado nada, solo me dirige la palabra para que haga algo, o darme mis tiempos de respiro, tampoco protestaré.
Me muerdo el interior de la mejilla, porque lo estoy viendo anotar algo que sacó de la carta número 11 de la nona, olvidé mencionar que las numeró por orden de tiempo, sí eso hizo.
En fin, la luz de la mañana se filtra por la ventana, y vislumbro el rostro con ojeras de Andree, quien también anota cosas en su libreta, Gizah tiene el cabello despeinado, al igual que Liza, ellas tienen un trabajo un poco más específico, algo que solo ellas pueden hacer juntas.
Ambas tienen concentrada su energía como si de un rombo se tratara, la consistencia es parecida al agua y lo que hacen es vigilar los niveles de energía que se emanan en el exterior, por mi deducción creo que lo que hacen es monitorear a personas específicas, pero prefiero callar a equivocarme e iniciar una pelea.
Dara, Nadir y Ebe, tienen como tarea de tanto en tanto formar hilos de energía y conectarlos según Helios se los pida. Lo poco que comprendí es que, en las cartas de la nona, hablan de la combinación de diferentes estilos de energía para combatir directamente contra aquellas personas que portan el dije rojo.
Y mi vecino, Fer, las ayuda anotando cómo reacciona el grafeno con la diferencia de intensidades utilizadas.
La intención obvia de este ejercicio es que nadie más resulte lesionado con esto.
Mi conclusión a todo este trabajo es que no sirvió para varias horas seguidas, y que a Helios no se le escapa un detalle, es un genio engreído y malvado.
Se me escapa un bostezo, y él me ofrece una mirada de inspección, para luego dejar de hacer su tarea. Se pone erguido, y aunque me sigue dando miedo mirarlo a los ojos, lo hago.
—Ve a descansar Zafiro, has estado despierta toda la noche.
—No quiero, si ellos pueden yo podré seguir también—dije y comienzo a mover el lápiz que tengo en la mano, no puedo ocultar mis nervios, aún no supero todo lo que me hizo pasar.
— Mejor ve a dormir—Gizah suena distraída en su trabajo, pero quería apoyar a su hermano, me quieren ver descansada.
— ¡En verdad puedo! —Reclamo.
ESTÁS LEYENDO
La Piedra y El Sol [Libro 1]
FantasyLa vida de Zafiro, como la de muchas adolescentes está llena de problemas tipicos, pero lo tipico se vuelve insignificante cuando las sombras rodean su alma. La lucha de poderes entre la verdad de la vida y la muerte, universos conectados, energía...