Capitulo 46. Vivo

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Érase una noche de diciembre, cálida como debería de ser, fuiste tan decidida a cambiar lo que se trazaba, tan decidida a dar lo mejor de ti, fue la primera vez que me arrepentí de todo lo que no hice, de todo mi silencio, de todo el error. Mi imperfección me llevó a creer que las cosas estarían bien con tan solo verte a lo lejos.

— ¡Berenice! —Grito con desesperación, en estos últimos tres días he sentido el pulso cardíaco de Helios a través del Hilo, pero ahora no lo siento como de costumbre— ¡BERENICE! — Vuelvo a llamar, la garganta se me resquebraja con ese grito.

Ella entra corriendo, ni se detiene a preguntar, sus ojos están entrecerrados aún, eso porque son las 2:00 de la mañana.

Coloca sus manos sobre el pecho de Helios, y parece que también le desespera que haya bajado su pulso.

— Pasa tu energía como choques— dice ella, entiendo perfectamente lo que quiere ¿pero ¿qué tal si no lo hago como debe ser? Me quedo paralizada— ¡Zafiro, pasa tu energía como choque ahora! —me ordena

Lo hago una vez y Helios grita de dolor, por un instante vuelvo a sentir su pulso.

— ¡De nuevo!— obedezco en lo que ella mete unos hilos de energía en su pecho justo donde se encuentra el corazón. —Otra vez— El grito de Helios ensordece, y también llama a Ebe, quien es la única integrante de la casa que faltaba llegar aquí.

—Su corazón se está deteniendo— menciona Berenice, para que mi vida entera con Helios pase ante mis ojos— Ebe necesito que revises donde más tiene una falla. Zafiro a la cuenta de tres de nuevo pasa energía. — Ebe se acerca a Helios y con ambas manos comienza a pasar hilos de energía— 1, 2, 3.

Pasé la energía, pero esta vuelta Helios no gritó, Berenice sacó las manos del pecho de Helios y su rostro palideció por completo, su corazón paró, no hace falta explicaciones cuando el hilo de mi brazo se opaca totalmente.

Mis brazos comienzan a temblar, al igual que todo mi ser, esto no puede estar pasando, su pulmón había cerrado rápidamente, la herida de su cabeza sanado, todo gracias a la energía ¿por qué quedó tan mal? ¿Por qué todo terminaría tan mal?

— ¡Berenice! — Llama Ebe quien no se separó del cuerpo de Helios—. En la boca del estómago... hay un bucle... lo están metiendo en una bifurcación, eso lo está matando.

— ¡Ya murió! — Digo entre sollozos.

— ¡No! Es la bifurcación... vamos Zafiro—suelta los hilos que la conectaban a su cuerpo y toma mi mano para ponerla sobre ese lugar en el cuerpo de Helios. — Berenice, yo te ayudo con las descargas, pero lo haré directamente.

— Ok, no hay nada que perder—responde Berenice secándose las lágrimas, ellas volvieron a conectarse al pecho, confiadas en que lo lograremos, pero yo, ya perdí la fe.

Cuando sentí la descarga de energía de Ebe, apreté con fuerza el abdomen de Helios hasta encontrar el bucle, en definitiva, lo estaban metiendo en una bifurcación. Presiono la palma de mi mamo con fuerza hasta encontrar el pedazo que me permitirá estirarlo de nuevo.

Otra descarga, y aquí lo encuentro, tomo el pedazo de energía que flota en su interior y lo estiro para acá, ahora vuelvo a oír los gritos de Helios.

Mi alma se alivia, pero mi trabajo no ha terminado, sigo presionando mi palma sobre su torso desnudo, para encontrar quién y cómo está haciendo esto, me centro en todo, hasta que llego a un lugar, bastante distante, cuando estoy por ver quien es, solo veo un rostro joven, unos ojos azules y la escucho murmurar.

—Larga vida al líder... o eso veremos Amit.

Su voz era tan femenina y dulce, estoy segura de que no era Ader, debe ser algún Nemosorum. Lo preocupante aquí, es que hayan conectado con Helios, en teoría ellos no pueden acercarse a él.

La Piedra y El Sol [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora