III

11.2K 1.1K 553
                                    

Amanda cerró su casillero de un golpe, a un lado de encontraba su amigo Dominik, un muchacho de cabello negro, ojos azules y con el cuerpo repleto de tatuajes. Él moría secretamente por salir con la muchacha, pero sabia que no era el tipo de chico para ella, la había escuchado hablar de su Príncipe Azul varias veces. Dominik no era nada eso. 

Mientras tanto, la chica pensaba que nadie se había acordado de su cumpleaños, esperó un saludo de parte de sus compañeros desde la primera hora. Pero nadie, ni siquiera Dominik le regaló algo, así que decidió olvidar que hoy era un día especial para ella y su hermano.

— ¿Que te parece salir juntos el domingo? —preguntó el joven, algo nervioso—, me aburro en mi casa.

Por un momento pensó que tal vez ella se enamoraría si se comportaba como un caballero y la consentía en todo lo que necesitaba, pero eso no parecía ser suficiente para Amanda. De algo estaba seguro, él nunca se rendía y si quería algo lo conseguía de todos modos. Pero debía aclararse algo primero ¿su raro enamoramiento hacia Amanda era un capricho o atracción real?

— No lo creo, Domi —respondió dudosa—, mi padre me mataría si salgo un domingo en la noche.

— Solo piénsalo, me encantaría que salgamos a comer algo un día de estos.

A lo lejos vieron una joven de cabellera rubia acercándose a ellos, llevaba un vestido rosa chicle y tenia unos lentes de sol oscuros. Podían escuchar el sonido de sus tacones chocar a cada paso contra el suelo de cerámica. La chica tenia la piel algo bronceada por las vacaciones a Miami con su familia la semana anterior y un hermoso collar de diamantes colgaba de su cuello. Su nombre es Barbara Bliss.

Es la capitana de las porristas mas temida de toda la preparatoria pero aun así mantiene una buena relación con Amanda Hemmer, no tan popular como ella. William pensaba que la morocha no tenia nada que envidiarle a Barbara, algo que ella no sabia.

— Maldición, escondeme —suplicó Amanda hacia su amigo. Pero este negó con la cabeza—, reconsideraré seguir siendo tu amiga.

—Amanda ¿donde has estado todo este tiempo? —preguntó la rubia sacándose sus lentes—, nuestro amigo Dane ha preguntado por ti, sabes a lo que me refiero.

Amanda conocía muy bien a Dane y sabia que sus intensiones no eran buenas. Desde el momento que intentó besarla sin permiso en un ensayo de porristas juró nunca mas encontrarse a solas con él. Pero Dane no estaba enamorado de ella, eso era muy evidente, él solo salia con rubias exuberantes y Amanda le parecía demasiado inocente.

—¡Barbara sabes que ese chico solo quiere ponerte celosa conmigo! —rió incomoda la muchacha—, deberías aclararse las cosas. Tú y él tuvieron un romance, nunca saldría con Dane.

— Lo se, soy inolvidable —se aduló ella, luego observo a Dominik de pies a cabeza— ¿quien es tu amigo? No lo he visto antes.

Barbara solo fingía desconocerlo pero recordaba haberlo cruzado un par de ocasiones en el corredor. Le parecía un chico grosero, varias veces se había burlado de ella y aunque le cueste admitirlo le dolía cuando las personas lo hacían. Por ese motivo, la rivalidad entre ellos existía desde que se vieron por primera vez. Es odio a primera vista, pensó Barbara.

— ¿Te interesa? —hablo sarcásticamente Dominik— las dejaré solas unos momentos, no soporto estar cerca de huecas por demasiado tiempo, me contagian la estupidez. ¿Como lo soportas?

Amanda miró de forma asesina a su amigo y Barbara hizo lo mismo, la única diferencia era que la rubia no debía alzar su cabeza para hacerlo ya que sus tacones la hacían mas alta. A diferencia de Amanda quien debía observar a Dominik desde abajo. Él era muy alto.

EsquizofreniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora