—¿Podrías callarte un momento? No puedo seguir escribiendo —dijo Eileen, harta de seguir siendo molestada por Javier, un chico al que le gustaba ella pero que a nadie le había contado, mucho menos a ella. No quería arruinar su amistad.
—Está bien, pero mi lápiz mágico no podrá detenerse —contestó y comenzó a picarla con la punta. Obviamente todos sabían que a aquel chico de chinos y ojos color miel le gustaba ella, pero nadie lo quería admitir.
Ella empezó a pintarlo con un plumón permanente. Javier la molestaba porque ella tenía sueño y debía poner atención, pero en algún momento ya no pudo más y se durmió —con un bigote de plumón—...las imágenes de su sueño le sucedieron una a una; una fuente, un mundo que no era el suyo, un durazno, y por último una mujer joven matando a un chico con una armadura café, rebanándole el cuello...
«Me gustas...»
Publicado originalmente el 9 de diciembre de 2015.
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El Ajedrecista Del Durazno
FantasyUn buen día se le ocurrió la magnífica idea de tener pesadillas. Su único refugio eran sus sueños, pero ahora tendrá que enfrentar al mundo real. Sus padres la necesitan de vuelta, cueste lo que cueste. Sin embargo, sólo hay una manera de que ella s...