—Jackie
—¡Oh por el Santo Árbol! —gritó Jackie cuando Loreth estrelló la cabeza de la princesa Elia Collinson en la pared. Aquello la dejó inconsciente.
—Debemos huir Jackie —en ese momento Loreth intentó buscar un ventanal que se pudiera abrir para lanzarse hacia las cascadas, donde nadie la buscaría.
—Lo siento, pero mi familia me necesita, Loreth. Esta vez no podré acompañarte.
—Bueno, pues adiós Jackie —se dieron un abrazo fuerte y Loreth se lanzó por el ventanal.
Jackie se fue a su habitación dejando una nota donde quedó inconsciente la princesa, y luego se durmió.
El Rey caminaba en su habitación —una arriba de la de Jackie—, intentando pensar por qué tuvo aquel sueño extraño.
«Cadáveres, muchos cadáveres rodeándolo, llenos de agua, sal y viscosidad, que emanaban sangre de sus bocas.»
—Agua y sal...será que mi sueño tiene que ver con Criaturas del Mar... —dijo.
—Mi Rey, lo único que importa ahora es tratar de educar a nuestra hija, porque si se sigue metiendo en líos no podrá vivir demasiado —le dijo su esposa Esmeralda.
—Está bien —el Rey dejó de hablar, pues en el piso de abajo escuchó un trueno como de metal chocando con madera—. No sé qué haya sido eso, pero debemos revisarlo por la mañana.
Publicado originalmente el 11 de diciembre de 2015.
ESTÁS LEYENDO
El Ajedrecista Del Durazno
ФэнтезиUn buen día se le ocurrió la magnífica idea de tener pesadillas. Su único refugio eran sus sueños, pero ahora tendrá que enfrentar al mundo real. Sus padres la necesitan de vuelta, cueste lo que cueste. Sin embargo, sólo hay una manera de que ella s...