—Mellizos
«Pum, pum, pum.»
Metziri estaba dormido después de que Lilian terminara de contar su historia y se quedara dormida.
—Eso es raro, ella siempre cuenta sus historias con entusiasmo —pensó.
«¿Y si tiene que ver algo de los ruidos con que se haya callado?»
—Ya me dio miedo voltear. Dios, pero debo ser valiente por mi hermana. Debo serlo. Se valiente Metzi, ser valiente o morir —sí, no era bastante valiente por el simple hecho de que casi no salía de su casa.
Se decidió a voltear lentamente, fingiendo estar dormido.
Primero enfocó la ventana y de ahí logró ver el jardín. Un ser estaba comiendo jitomates.
—Ese hombre está raro. Quizá esté enfermo. No diré nada —y se decidió a voltear hacia donde debía dormir Lilian
No había nadie.
«Vamos, sé un hombre valiente. ¡Levántate a buscar a tu melliza!»
Aquello lo sobresaltó.
Se levantó de la cama, tomando una escoba roja junto a donde dormía Lilian y avanzó lentamente a la puerta. Su respiración y latidos se habían acelerado.
«Serás un campeón, derrotarás a tus enemigos, debes ser valiente.»
Se lleno de un poco de energía y abrió la puerta.
Se supone hay un pasillo en el que se puede ir a la derecha o izquierda y de ahí bajar a la primera planta.
Metziri bajó.
Oyó un ruido de madera resquebrajándose, pero al voltear arriba se dio cuenta que no fue más que un cuervo. De hecho, en el techo de su casa había muchos.
—¿Lilian? —repitió en la oscuridad. Como era de esperarse, en su casa no tenían algo para iluminar.
«Tú no eres su hijo, del Herrero no lo eres. Tus padres ya murieron. No pierdas a tu hermana.»
Al repetir de nuevo el nombre de su hermana, escuchó pasos provenientes de la pequeña sala de estar.
Avanzó volteando a todos lados hacia la salita. Encontró algunas armaduras hechas por el Herrero antes de entrar a la salita; de bronce, hierro, plata, con incrustaciones...
—Lilian, ¡Lilian! —comenzó a gritar como loco, pues su hermana estaba en el sillón deshilachado.
Muerta, con la piel blanca marcada por venas rojas, con los ojos en blanco, tan delgada que se notaban los huesos de su cráneo, y además de eso, su cabello ya se le había caído completamente.
«Deja de ser un inútil, ahora serás Un Viajero.»
—Hola habitante de estas Tierras —escuchó de la nada....
Publicado el 18 de diciembre de 2015.
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El Ajedrecista Del Durazno
FantasyUn buen día se le ocurrió la magnífica idea de tener pesadillas. Su único refugio eran sus sueños, pero ahora tendrá que enfrentar al mundo real. Sus padres la necesitan de vuelta, cueste lo que cueste. Sin embargo, sólo hay una manera de que ella s...