Llevaba toda la semana con una duda que le asaltaba en la cabeza, ¿qué hacer el fin de semana siguiente, irse a casa, lo que siempre era tentador, o quedarse para las fiestas del pilar? Artigas meditaba esta cuestión mientras fregaba los paltos, aquel día le había tocado a el por llegar el ultimo a comer, sus compañeros de piso estaban divididos, dos se quedaban y el otro se marchaba. -¡Que ostias! me quedo- sentenció en su cabeza terminando de auto convencerse, -es el primer año que estudio aquí como no me voy a quedar en las fiestas-. Termino de fregar y se dirigió a su habitación y conecto el portátil, una vez encendido enchufo el Messenger y cogió el libro que tenia a medias. Escogió la postura adecuada para poder leer en la cama. un rato más tarde un pitido procedente del ordenador lo saco del mundo de fantasía, al que lo trasportaba su cerebro cada vez que leía un libro y es que en esos ratos su imaginación campaba libre por sus neuronas haciéndole perder la noción del tiempo, dejo la señal convenida en el libro lo tiro sobre la cama se sentó en la silla y enfilo sus dedos al teclado dispuesto mantener una conversación corta, meramente informativa, con Hugo pues habían acordado que cuando este se enterase de la hora a la que quedarían para hacer el trabajo le avisaría.
Hugo dice:
• ¿Estás por ahí?
• ¿Estas por ahí?
Repetía incasablemente Hugo atreves de la pantalla
Artigas dice:
• Si aquí estoy
• ¿A qué hora hemos quedado?
Hugo dice:
• Creía que te habías quedado dormido
Artigas dice:
• Que va estaba leyendo
Hugo dice:
• Bueno pues a las seis en la puerta de la biblioteca
Artigas dice:
• ¿Pero vamos a ir todos?
• O por lo menos mas que las últimas veces, porque como sigamos así no terminamos el trabajo ni de coña
Hugo dice:
• El trabajo igual no pero por lo menos aprenderemos a jugar al mus
• No sé cuantos iremos Helena no sabía si la gente iría me ha dicho que ha insistido en que viniesen
Artigas dice:
• ¿Y de Freddy que se sabe?
Hugo dice:
• Nada no da señales de vida lleva una semana desaparecido, lo habrán atropellado con la bici
Artigas dice:
• Bueno pues ahora nos vemos, ladrón de wifi paga como todos cabrón
Este último mensaje no ha podido ser enviado correctamente el usuario aparece como no conectado rezaba la pantalla de su ordenador, esto le pasa por ladrón pensó mientras apaga el ordenador y continuaba con su libro.
Dos horas después se encontraban los cuatro nuevamente solos ante sus respectivas cervezas y la baraja encima de la mesa esperando que alguien repartiese.
- Después de pilares habrá que ponerse más serios con el trabajo ¿no?- declaro María.
- Si, si pero después, de momento sigamos con las lecciones de mus- declaro Artigas cogiendo el mazo y repartiendo.
Ya con las cartas en la mano comenzaron su juego, cartas que se descartan, miradas entre compañeros para declararse las juagadas, pichorras para aquí, pichorras para allá. Cuando en el momento en que se disponían a destapar sus jugadas de la mano decisiva:
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Entre aulas, cartas, apuntes, pichorras y cervezas.
Roman pour AdolescentsEntre aulas, cartas, apuntes, pichorras y cervezas. Cuenta las peripecias de un grupo de jóvenes universitarios. Que empiezan esta etapa de su vida, afrontando las diferentes pruebas que esta aventura les ira planteando. Y mientras se conocen, entre...