Comencemos

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Esta es una pequeña idea espero les guste, por así decirlo es la introducción y los siguientes capítulos serán mucho mas largos.

Él siempre había sido odiado y lo sabía, la verdad no le molestaba del todo siempre y cuando no perturbaran su paz. Estaba por olvidar todo el dolor que le causaron, tirar a un lado esos amargos recuerdos que le dejaban un mal sabor en los labios, destruir aquellas palabras y simplemente curar las heridas del pasado.

Pero su mente dejo de divagar cuando escucho el sonido de diferentes armas que atacaban las puertas de su palacio.-"Oh, que sorpresa"- se dijo a si mismo mientras salía con la mayor de las prisas posibles para contra atacar o convertir a aquellos soldados en nuevas estatuas que decorarían la parte trasera de su palacio.

Llego hacia la enorme puerta y la abrió de un solo golpe para llevarse con la sorpresa de que su sirviente ya se había encargado de esos molestos intrusos.

-Al parecer solo estaban provocándote- Menciono Diaval con una sonrisa quien ya se había transformado de un cuervo a un ser humano.

-Así parece ser mi viejo amigo- rio el hechicero oscuro para caminar de nuevo a su trono- Pero regresando a nuestro asuntos hace un rato saliste porque querías mencionarme algo importante- Sonrió mientras acomodaba su vestimenta negra.

-La verdad si..pues.. en estos momentos se celebrara en el castillo una fiesta en nombre del... bebe del rey- Susurro Diaval esperando que su amo no se enojara, pero la reacción que vería lo iba a desconcertar.

-Magnifico al parecer tendré que ponerme mi mejor atuendo y hacer una pequeña visita- Respondiendo ahora sonriendo de manera casi tranquila , mientras tomaba su cetro y miraba por una de las ventanas de su palacio que daba justo en una vista del castillo real- Vamos Diaval no queremos hacerlos esperar-

-Si mi amo-

Y tras aquellas palabras ambos fueron rodeados por un humo negro y denso, mientras los envolvía una chispa verde comenzó a notarse. Ahora la ira del hechicero negro habría regresado.







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