Encuentro

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Arthur comenzaba poco a poco a pasear por lugares que hasta el mismo Malefic desconocía dado que el hechicero y su sirviente se encontraba algo ocupados últimamente , entre esos paseo encontró una pequeña abertura de la cual se podía cruzar al otro lado del muro, ir fuera del páramo era algo nuevo y al mismo tiempo desconcertante . Aun así su curiosidad le gano por lo que atravesó la abertura.

Solo tuvo que dar algunos pasos para encontrarse con un caballo que le resultaba familiar.

-¡Ferguk!-se escuchaba la delgada voz femenina de alguien conocida que poco a poco se hacia mas fuerte , hasta dejarla visible para el rubio. Ambos jóvenes se quedaron mirando desconcertados y de cierta manera alegres por volverse a ver.

-Cuanto tiempo Arthur-Sonrió la pelirroja quien tenia a la mano una clase de lanza, al parecer estaba entrenando.

-Lo mismo digo Felim ¿Interrumpo algo importante?- Cuestiono el chico que jugueteaba un poco con el collar que Malefic le había regalado ya hace mucho.

-No mucho- ladeo el rostro la muchacha mirando de momentos aquel collar, pero sin tomarle tanta relevancia se acerco al contrario y poso una mano sobre su hombro- Me sorprende verte por aquí ¿No vivías al otro lado?

-Si pero logre cruzar a este lado y me pareció interesante darle una mirada a este lugar-

-Bueno querido rubio ya que estas aquí podrías- La pelirroja sonrió y en un rápido movimiento ya tenia en su mano formado una bola de barro la cual arrojo a Arthur, logrando caer justo sobre su cabeza, haciendo que poco a poco se embarre por todo su cuerpo.

-¿Pero que?- Arthur se miro a si mismo y al notar que estaba pasando, sonrió y siguió con el juego realizando la misma acción, los dos jóvenes corrieron en direcciones opuestas para resguardarse del barro y contra-atacar. Lo que se oían eran risas y el sonido del barro cayendo por todos lados, hubieran seguido jugando de no ser que una de las bolas de barro cayo en los ojos de Ferguk lo que hizo que relinchara e hiciera un gran escándalo.

-Tranquilo chico- Felim se acerco a su caballo extendiendo ambas manos en frente para tratar de calmarlo y quitarle el barro. Cuando por fin calmo al caballo no muy lejos de ahí se escucharon las voces de otras personas lo que alerto un poco a Arthur, ya que sentía que debía de irse de ese lugar de inmediato.

-Pase un momento divertido pero creo que ya debo de irme- Comento apresurado el rubio.

-¡Espera!- Grito Felim corriendo hacia una de las pequeñas bolsas que se encontraban tiradas en el suelo, le dio un pequeño nudo y luego se las entrego a Arthur- Son para ti, como un agradecimiento por la otra vez.

Arthur miro el interior de la bolsa y vio que era manzanas de un color rojo vivo, agradeció el regalo como es debido ya que adoraba las manzanas, hecho esto anudo de nuevo la bolsa y se retiro del lugar entrando por aquel camino que había encontrado. Al menos tenia algo que darle a sus tías y puede que le lleve algunas manzanas a Malefic y Diaval.

-Malefic..- Penso Arthur, ya que aun no escucho lo que el hechicero tenia que decirle aquella vez en el risco, lo había olvidado por completo al estar con Felim. Ya se encontraba caminando en el interior del páramo así que lo primero que hizo fue dirigirse a su hogar, al llegar encontró a sus tres tías tratando de hacer un poco de bordados en tela.

-Se suponía que debía de parecer un león-Comento Primavera mostrando el ceño fruncido tratando de darle forma a algo amorfo.

-No es tan difícil niñas-Dijo Flora orgullosa de su trabajo, el cual era un simple cuadrado.

-¿Y lo dices tu? Tu bordado es tan sencillo que da vergüenza mirarlo- Bromeo Fauna ,quien jalaba una aguja a los lados haciendo que su bordado se terminará convirtiendo en un manojo de hilos.

Nuestro verdadero cuentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora