-¿Amor mío te encuentras bien?- Pregunto una hermosa mujer de cabellos rubios y ojos verdes cual esmeraldas, se acercaba cada vez más al lugar de su esposo quien era el rey.
-Claro que estoy bien- Tomo la mano de su mujer para depositar en ella un suave beso-Es solo que estoy nervioso por la celebración de nuestro hijo- Sonrió para luego caminar cerca de la cuna donde se encontraba su primogénito.
-No eres el único- Sonrió la mujer con ternura- Es tan perfecto que no me puedo imaginar a otro bebe más hermoso que él.
Así rey y reina se abrazaron un momento mientras contemplaban a su hermosa creación quien los miraba, mostrando aquellos ojos azules tan profundos cual el mar.
-Te dije que llegáramos rápido-Replico Flora.
-No es culpa mía, "alguien" perdió las indicaciones- Refunfuño Fauna.
-Ya entendí que me están echando toda la culpa- Miro enojada Primavera.
De esa manera tan escandalosa llegaron las tres hadas, a pesar de haber sido las primeras en llegar, tendría mucho que hacer para que el salón real se viera esplendido para la llegada de los invitados.
-Mis esposo y yo estamos confiados en que dejaran este lugar de manera magnifica para la celebración del bebe- Sonrió la reina Victoria.
-Puede confiar en nosotras ahora, solo vayan a relajarse hasta que esté todo listo- Respondió Primavera.
Los padres se retiraron así que Fauna y Flora pusieron su magia en marcha, mientras que Primavera se quedó jugando con el niño, al que hacia reír con todas las caras que le hacía. Pero no duro mucho que Primavera jugara con el niño, ya que sus hermanas le obligaron a que las ayudase de esa manera terminarían rápidamente.
Y sin ninguna demorada el salón quedo listo a tiempo, ya que los invitados empezaron a venir luciendo sus mejores atuendos, joyas, entre otras cosas. Los reyes del palacio tomaron a su niño entre brazos para poder mostrárselos a todos los presentes, que apenas lo vieron no pudieron evitar soltar un suspiro de la ternura del menor que ahora les sonreía.
Volvieron a dejar al bebe en su cuna para que cada invitado dejara su respectivo presente, que sin duda alguna era los regalos más costosos e innovadores que se hayan podido ver. Terminada ya la entrega de los obsequios llego la parte más importante de la celebración y eran los dotes que serían entregados al bebe por parte de las tres hadas.
Flora, el hada mayor quien llevaba un vestido rosado sacudió su varita mágica dejando escapar chispas de tonos rosas quienes se dirigían al menor-Te daré la voz más hermosa de todas-
Fauna, la segunda hada de que llevaba un vestido verde hizo lo mismo sobre el pequeño-Te daré el corazón más bondadoso de todos-
Primavera, quien era la menor y llevaba un vestido azul iba a realizar lo mismo que sus hermanas pero fue interrumpida por una fuerte ventisca que luego se convirtió en un remolino negro y verde en el centro del salón del palacio. Mientras comenzaba a disminuir la ferocidad del remolino una estruendosa risa se comenzaba a escuchar.
-Pero miren nada que tenemos aquí- Sonrió el hechicero oscuro, acariciando las plumas de Diaval quien se encontraba en forma de cuervo sentado en el hombro de su amo mirando hacia todos lados de manera desafiante- Parece que hemos perdido nuestra invitación Diaval, tal vez cuando algunos intrusos vinieron a mi fortaleza, pero no se preocupen el alma de la fiesta por fin ha llegado-
-¡Que haces aquí! No eres para nada bienvenido-gruño el rey- ¡Guardias sáquenlo de aquí!
-Tanta violencia no será necesaria "querido rey" –El hechicero oscuro camino en dirección al bebe y a penas asomo su vista para mirarlo, el niño soltó una risa extendiendo sus manos hacia el oscuro- Que linda criatura hicieron los reyes- Menciono con sarcasmo
-No te atrevas a tocar al niño- Gritaron las tres hadas.
-Miren nada más, mis tres lindas hermanas mayores, pero no se preocupen no vine a matar al bebe si eso es por lo que se preocupan- Camino unos pasos hacia atrás- Es más he venido también con un regalo para él- Extendió las manos hacia arriba haciendo que la pesada nube oscura apareciera no solo a su alrededor sino que comenzó a extenderse por todo el salón del palacio.
Diaval quien ya presentía lo peor desplego sus alas y se fue volando hacia una de las ventanas abiertas del castillo presenciando como rayos verdes se formaban alrededor del cetro de su amo.
-Humn.. que podríamos darle a un pequeño tan lindo como él.. Veamos- Volvió a mirar al bebe y luego a sus padres e inmediamente sus ojos brillaron- El niño será querido por todos, crecerá fuerte y sano- Hizo una breve pausa- Pero cuando cumpla la mayoría de edad se pinchara el dedo con la aguja de una rueca y morirá-
-Por favor no..-Rogo el rey, pidiendo una súplica al hechicero-Te daremos lo que quieras pero no le hagas eso a mi hijo.. Por favor Malefic-
-Oh, un rey suplicando no se ve todos los días pero para que veas la bondad que hay en mi lo hare- Volvió a mover su cetro de nuevo-No morirá pero caerá en un profundo sueño... que solo el beso de amor verdadero romperá y nadie ni nada podrá romper esta maldición. Quedará grabada y recordada hasta el último rincón de la tierra- Lo último lo dijo con tal desdén dirigido hacia el rey.
Hecho esto Malefic sonrió de nuevo para después de una larga carcajada desaparecer en una nube oscura.
-Mi hijo.. mi bebe no puede tener ese destino- Sollozo Victoria, quien tomo a su pequeño entre brazos.
-¿No hay algo que puedan hacer ustedes?-Miro el rey hacia las tres hadas.
-Aún le falta mi regalo-Menciono Primavera-Pero no será algo fácil hallar la solución.
-Hasta que puedan hallarla debemos de tomar las medidas necesarias- El rey después de vivir toda esa escena mando a llamar a todos los guardias y gente para que reúnan todas las ruecas y las quemaran en el centro de la plaza.
-No será suficiente hacer solo eso- Victoria le dio un pequeño beso en la frente de su bebe y después se lo entrego a Flora- Ustedes viven fuera de todo peligro, quiero.. que se lleven a mi pequeño Arthur de aquí-.
-¿Esta segura?- Respondió Fauna
-Claro que lo estoy, una madre quiere lo mejor para su hijo y sé que con ustedes tres él estará bien-Sonrió Victoria mirando de nuevo a su niño- Solo vayan además no será la última vez que mire a mi hijo, les haré visitas cortas entre cada semana.
Las hadas y la reina se despidieron, acordando que días de la semana Victoria las visitaría. Hecho esto se llevaron al niño a una pequeña cabaña muy lejos del reino, en lo más profundo del bosque.
Y en el palacio contrario, Malefic se encontraba leyendo un pequeño y sucio libro.
-Vamos Malefic,¿No crees que fuiste muy lejos con ese hechizo?- Pregunto Diaval- Ese niño no tiene ningún culpa de lo que pudieron hacerte sus padres en el pasado-
-Sé que no tiene la culpa, pero llegaba la sangre de aquellos que me hacen vivir con ira, es por eso que también es culpable, es culpable por solo respirar, es culpable por ser el primogénito de esos dos-
-Pero...-
-Basta Diaval, no quiero escucharte más- Malefic arrugo un poco las cejas haciendo que Diaval sintiera algo de miedo-
-Sí, mi amo-
Y con ese rápido acontecimiento de los hechos el día llego a su fin.
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Nuestro verdadero cuento
FanfictionUn antiguo hechizo , un antiguo odio, la típica rueca que cumplía con el destino de dos personas pero ..¿ Que pasaría si todo aquello no había sido del todo cierto? Malefic era conocido entre todos como el dragón oscuro, el hechicero que solo traía...