Capitulo Veinte y Seis

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Sino fuera porque estaba agarrando el pomo de la puerta se hubiera caído al suelo, Harry tan alto, guapo y con sus ojos penetrantes de ese color verdoso la miraba con cara de pocos amigos en el marco de la puerta. A Amy se le pasaban miles de frases que decir en esos momentos pero no tenía la suficiente voz o la suficiente calma para formularlas. Todo lo que había conseguido en aquellas dos semanas se había esfumado al volver a mirarle a los ojos, solo tenía ganas de llorar, todos los recuerdos se agolparon en su mente y los nudillos los tenía blancos de tanto apretar el pomo. 

No existía nadie mas que ellos en ese momento para Amy, no Max, no Cam o Emma, nadie. Simplemente Harry y ella, mirándose fijamente. Estuvieron así unos minutos, en silencio. Uno bastante incomodo y extraño. No se veían desde el matrimonio de Kath, ni siquiera habían hablado nada después de eso.

- ¿No piensas decir nada? -le dijo con mucha furia en la voz- Eres una niña pequeña y una inconsciente. Tu familia esta terriblemente preocupada por ti y me pidieron por favor que te buscara, que removiera cielo y tierra para encontrarte. - a Amy cada vez le costaba más mantener las lagrimas en los ojos sin que se escurrieran por su mejilla - ¿Sabes que tu madre está llorando por los rincones? ¿Que tu hermana ha cancelado la luna de miel solo porque no quiere ir a ningún lado sin noticias tuyas? ¿Sabes lo que has ocasionado por tu estúpido capricho de venir a Londres sin avisar a nadie? - le espetó él todas aquellas preguntas sabiendo que no tendría ninguna respuesta, finalmente las lágrimas comenzaron a salir, surcando sus sonrosadas mejillas y aguantando un poco en el borde de su mandíbula para caer finalmente al vacio -

- Lo siento... - fue lo único que pudo susurrar Amy en aquellos momentos, Harry cogió su teléfono móvil mientras buscaba algún número y viendo que tuviera señal se lo paso para que seguramente hablara con su familia, cuando la voz preocupada de su hermana respondió con un triste "dime", las lagrimas no paraban de salir - Katherine, soy yo... Amy - su hermana comenzó a gritar llamando a sus padres y a Zayn y las voces tan agudas y mezcladas hicieron que no entendiera nada - Lo sé... Lo siento... Solo necesitaba desconectarme. Sé que tuve que avisar pero no... No creía que fuera el momento - esa explicación no les bastaría pero no quería que supieran que necesitaba tiempo porque no podía dejar de pensar en Harry y mucho menos mientras el le miraba fijamente con dureza - Lo siento... Esta ahora mismo aquí... Si... Vale. Yo se lo diré. Mañana los llamo sin falta, estaba a punto de irme a dormir que mañana trabajo - una mentira sin importancia pensó, solo quería que Harry se fuera de su casa y ella tenía su móvil - Si mañana los llamaré. Lo prometo - Escucho unas reprimendas de sus padres y su hermana y finalmente colgó - Dice Kath que en cuanto llegues a Seattle piensa hacerte un regalo para agradecer lo que has hecho por ella y mis padres. Ten - le dio su móvil - Gracias... Por esto que has hecho - la mirada de Harry enfurecía por segundos y con cada segundo que pasaba rezaba para que por fin se fuera -

- ¿Que tal todo? - le preguntó finalmente él -

- Bien... Tengo trabajo y bueno... Estoy bastante cómoda volviendo a mi tierra natal. Estuve tan poco tiempo aquí... Tengo tantas cosas por ver... - sonrió ella mirando al vacío - ¿Quieres entrar? - segundos después se arrepintió de la invitación pero no quería dejarlo allí de pie después de ayudar a sus padres y a su hermana a encontrarla. Harry comenzó a caminar para entrar en el apartamento, pero en ese preciso instante Max salió del elevador, y con una sonrisa dibujada en su rostro la saludo.

El ruloso, que ya se encontraba dentro del apartamento miró con odio al rubio que recién entraba, saludando afectuosa mente a Amy. Su Amy. 

-Hola, soy Max -le dijo el chico con una sonrisa perfecta dibujada en sus labios. -Tu debes ser Harry ¿no?

-Si, soy yo. El esposo de Amelia. -dijo duramente el ojiverde. Max pudo notar de inmediato que estaba hirviendo en celos. Pero no dijo nada. Tenia un plan en mente para poder ayudar a su amiga.

-Bueno, supongo que ustedes tienen asuntos que arreglar, que son privados y todo eso. -dijo él, mirando a Harry. -Amy.... -dijo mirando ahora a su rubia amiga. -Creo que nuestra salida puede quedar para otro dia. -dijo guiñándole un ojo.

-¿Iban a algun lugar? -preguntó Harry que en cada momento se sentía mas furioso y enojado con todo. 

-Si, ibamos a cenar. Pero entiendo que ustedes deben arreglar lo del divorcio y todo eso.

Harry miró con los ojos abiertos hasta el tope a Amy. Le había dicho todo. Incluido el divorcio, y eso significaba que ella jamas lo amó, como él creía. Pero no, no estaba dispuesto a perderle. Tenia un plan, y asi y fuera lo ultimo que hiciera, lo llevaría a cabo. 

-Amm... Max y yo solo somos amigos -dijo Amy al notar la mirada llena de odio que le dirigía Harry a su rubio amigo.

-Claro, Amy es algo asi como mi mejor amiga. Estoy seguro que sabes lo mucho que vale Harry, y creo que sabes perfectamente que si la haces sufrir, te la veras conmigo. -dijo Max, para luego girarse y despedirse con un beso en la mejilla de Amy -supongo que esta es tu ultima oportunidad de decirle lo que sientes. No seas tonta. -le susurro, "intentando" que Harry no escuchara, pues eso era precisamente lo que quería.

Cuando Max los dejó solos. Harry sonreía internamente por lo que había escuchado, y Amy no podía mas con la vergüenza que sentía en ese momento. Y cuando creyó que Harry le diría algo. Cualquier cosa linda, como que también sentía algo por ella, él simplemente se sentó en el sofá con la expresión mas fría que jamas haya visto de su parte. 

- Me resulto extraño que te marcharas y dejarás allí a Louis... - dijo él después de acomodarse en el sofá, si quería que su plan resultara, debía actuar como si fuera a competir por un premio Oscar. - ¿Tienes café? Me gustaría tomarme uno sino te importa... - Amy asintió porque vio unas pronunciadas ojeras que oscurecían sus maravillosos ojos y sin hacer caso a la frase de Louis fue a hacer el café para dárselo diez minutos más tarde y sentarse separada unos metros de él - Aún no me has contestado... Dejaste allí a Louis, ¿Se enfadaron?

- No se de que hablas... No te entiendo - susurró Amy extrañada porque volviera a sacar el tema de su ex novio -

- Esta bastante clara la pregunta... No hace falta que disimules... Ya no estamos juntos. Ten - dijo sacando algo de un maletín que había en el suelo, Amy no se percató de que llevaba eso - Los papeles del divorcio, ya están firmados por mí, solo faltas tú pequeña - Amy cerró los ojos con fuerza. Todo el mundo que se había creado desde hacía dos semanas comenzaba a derrumbarse poco a poco y se estaba quedando totalmente indefensa. Se maldijo internamente por pensar que Harry había estado celoso de Max. - Contesta, ¿Donde está Louis? - volvió a preguntar Harry al ver que ella no contestaba sobre los papeles -

- ¿De qué mierda estás hablando Harry? - se levantó Amy gritándole, enfurecida - No se donde esta Louis y ni quiero saberlo. ¿Pero sabes que es lo que quiero? Que te marches. Gracias por buscarme y traerme los papeles. ¡¡Ahora vete!! - gritó ella -

Harry se levantó y su altura y sus anchos músculos la hicieron parecer la persona mas pequeña e indefensa del mundo, Amy le estaba suplicando con sus grandes ojos que se fuera pero él no pareció entenderlo porque cogiéndola de la cintura la acercó hacia él y con una mano le subió la barbilla para que sus rostros quedaran a pocos centímetros. Amy cerro sus ojos con fuerza, evitando asi que las lagrimas saliera. Harry rozó suavemente sus labios, y luego salió rápidamente de la casa, dejando a Amy con todo su mundo por los suelos.

Tan perdidamente enamorada

En las VegasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora