Capitulo Veinte y Ocho

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El beso era una forma de liberar todos los sentimientos que tenía guardados dentro de si, pero sabía que le estaba haciendo daño todo aquello, sabía que con cada caricia se estaba perdiendo un poco más, que todo lo que había conseguido estaba quedando destrozado.

- Harry... - susurró Amy separándose de sus labios - Para... No sé que me ha pasado pero ya esta - dijo ella mirándole fijamente a los ojos, los de Harry estaban ardiendo de deseo -

- ¿Es eso lo que quieres, pequeña? ¿Que pare? ¿Estás segura? - dijo el arrastrando las palabras como si le costara hablar -

- Si... No tiene ningún sentido... Me has traído los papeles del divorcio..

- ¿Y porque te los haya traído ya no te puedo besar? ¿Está prohibido? - le interrumpió él -

- No es eso Harry, es que... - Amy intentaba buscar una respuesta mientras la mano de Harry acariciaba su mejilla y su pulgar jugueteaba con sus labios cosa difícil si quería decir algo coherente -

- Amy... Cállate - susurró Harry antes de capturar su boca -

En un rápido movimiento Harry cogió a Amy en brazos y la llevo hasta la cama, se tumbó encima de ella entrelazando sus piernas y echándole el cabello rubio hacia atrás, le agarró de la cara con las dos manos y mientras le miraba fijamente se fue acercando a ella, muy despacio, como si tuvieran todo el tiempo del mundo, como si ese beso fuera a ser el más especial y tuviera que ser dado con la mayor calma... Le fue quitando la ropa poco a poco, como si resultara incomoda y no quisiera tocarla, a cada prenda que le quitaba a Amy, iba acariciándola muy suavemente con las manos provocando suspiros en ella que perdida ya le metía prisa quitándole los botones de la camisa.

- Shhh... -susurra Harry - Con calma pequeña... Tenemos todo el tiempo del mundo - dijo él besándole el cuello y mordisqueándole en la oreja, la acaba desnudando completamente y se queda unos minutos admirándola, Amy sonrojada por la intimidad de esa mirada, intenta taparse con los brazos pero Harry se lo prohíbe - Como te he echado de menos...

- Oh dios -dijo Amy mientras Harry le mordisqueaba la barriga mientras le daba pequeños besos- Yo también te he echado de menos - cerró los ojos con fuerza presa del deseo - Te quiero tanto Harry - se puso rígida de golpe dándose cuenta de lo que había dicho, abrió un ojo con miedo por si veía la mirada burlona de Harry pero él seguía con su camino de besos sin percatarse si quiera de lo que ella había dicho, así que volvió a cerrar los ojos y seguir disfrutando de lo que estaba pasando -

Amy cerró los ojos a punto de llorar, Harry se levantó de la cama para desnudarse y comenzó a besarle cada pequeño rincón de su cuerpo, sus besos surcaban un camino lleno de promesas que ella no era capaz de entender ciega por el deseo. Harry sin más preámbulos entró en su interior suspirando queriendo más de ella pero sin poder tener más de lo que en esos momentos estaban teniendo, incrementó los movimientos al ver que Amy estaba a punto de alcanzar el clímax y pocos segundos después estaban llegando los dos, Harry derrumbado encima de Amy comenzó a susurrar cosas inteligibles para ella mientras le besaba cuello, ella casi llorando intentó zafarse del peso de Harry para poder levantarse e ir al baño, pero lo vio tan difícil sin que le viera llorar que se abrazó a su cuerpo pensando que ese momento iba a ser el último. Pensando que seria la ultima vez que hicieran el amor, así que aspiro el olor de su perfume, el olor de su cuerpo y lo enterró muy dentro de su alma.

"Como te he echado de menos..." Las palabras torturaban la mente de Amy que intentaba dejarla en blanco para que las lágrimas no surcaran ningún camino, Harry se acomodó a su lado y se abrazó a ella y Amy escuchó la respiración adormilada de é.l Y más segura al ver que no podía ver sus ojos brillantes se quedó dormida en pocos segundos.

Se despertó a las diez de la mañana y no encontró a nadie a su alrededor, se levanto con los ojos hinchados y entrecerrados por la luz del sol, fue a mirar si Harry estaba en alguna parte de la casa, y lo encontró haciendo café bajo la atenta mirada de Grym que esperaba algo de comida. Amy sonrió mientras admiraba a Harry en su metro cuadrado de cocina, volver a despertarse y encontrarle era algo inexplicable pero que como siempre había pasado, las mariposas revoloteaban en su estomago de nuevo.

- Buenos días - se giró Harry para mirarla con una sonrisa, esa sonrisa - ¿Cómo has dormido? Tienes muchísimas llamadas en el contestador de una chica que dice que te estuvieron esperando ayer hasta muy tarde - sus compañeras de trabajo, Amy ni se había acordado -

- Oh mierda... Mis compañeras de trabajo... Tenia que ir al cumpleaños de una de ellas.. y...

- Se te olvido - finalizó Harry por ella, sonriendo mientras se acercaba y le daba un beso - A mí se me olvidaba lo maravilloso que era despertarme contigo... 

- Harry no es que no me guste que estés aquí, y que digas estas cosas... ¿Pero me explicas que es lo que está pasando? - preguntó Amy -

- ¿Que tienes que hacer el sábado que viene? - le respondió él con otra pregunta -

- No lo sé.. Supongo que nada... ¿Por qué? - dijo ella confundida -

- Estoy buscando una casa aquí por lo del hotel que te dije... ¿Te importaría que me quedara aquí hasta que encontrara algo para vivir? Serán dos días... Nada más - dijo él sonriendo como si estuviera ocultando algo -

- Si, claro... - susurró Amy desconcertada -

- Hoy viajaré a Francia, pero mañana estaré aquí... Gracias pequeña, esta vez eres tú la que me das casa... - dijo el sonriendo - Discúlpame tengo que hacer una llamada...

Harry se fue hacia la habitación donde habían compartido algo hermoso mientras dejaba a Amy nerviosa por lo que acababa de pasar, estar más días con él no era recomendable pero no podía negarse porque le amaba tanto...

- ¿Kath? Si, soy Harry. Mira, verás... Hoy viajaré a Francia, pero me vengo a vivir a Londres, estoy buscando una casa para comprársela a tus padres porque Amy muchas veces me dijo que si ella tuviera dinero compraría esa casa... Y otra para nosotros - hizo una pausa - Si, está todo arreglado, pero necesito tu ayuda, necesito que me reúnas a toda tu familia y que este sábado estén todos en Londres. Perfecto, en cuanto llegue esta noche a Francia te llamo.

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