¿Y Quien eres tu? | Sebastián Villalobos (Terminada)

"Deja de ser terco"

Capitulo Cinco

-¿Sebastian?- pregunte desconcertada.

-¿_______, no?-

asentí un poco insegura el no dejaba su sonrisa de lado, en cambio yo estaba con el ceño fruncido y para el, no le afectaba nada mi actitud, era como si viviera alegre, y no puede. simplemente una persona no puede ser alegre todos sus días.

-¿Por que? - pregunte nuevamente, estaba demasiado confundida.

-¿Por que, que?-

-¿Como sabias que estaba allí?, ¿Por que fuiste, a ayudarme?- 

-No lo sabia, y no podía dejar que una pieza de mi cubo estuviera en esas situaciones, no lo haría jamas-

aunque aquello sonara de lo mas empalagoso,  mi ceño y labio estaban mas fruncidos que nunca, ¿Este chico entendería alguna vez que yo no soy eso?.

-Primero, No soy la pieza de algo y como llegaste exactamente tu allí?- 

Algo me parecía inquietante en su rostro, una gota de sangre baja por debajo de su ceja, y aun el seguía sonriendo, ¿Podría dejar la maldita sonrisa aun lado? Creo que estaba lo suficiente alterada, como para que el, me mirara así.

-Vea, Me parece que usted esta alterada ______, ok esta bien, no eres nada entonces.... - dijo de una manera tan tranquila y relajada, en cambio yo era quien estaba un poco fuera de mi estado normal, aquello había sonado mal.

-!Bien! ¿Entonces que haces, hablando conmigo si no soy nada?- rodé los ojos, intente caminar mas rápido, lo cual fue algo completamente estúpido porque casi me caigo, el tobillo aun seguía doliéndome.  

El me tomo del brazo y sentí un escalofrió, mis nervios volvían a invadirme. Quería llorar, tal vez huir, solo me aleje de el, algo me ocurría, era un éxtasis de sentimientos reprimidos. aquellos recuerdos volvían a invadirme, sentí por un momento que el también haría lo mismo.

Llore.

ya estaba llorando y el me miraba desconcertado, fue a abrazarme pero me aleje, lo cual es también reacciono a mi comportamiento, no intento acercarse y suspire, para ver a su amigos quienes nos veían preocupados, al parecer habían visto mi escena.

-¡Oiga!________, no lo tome a mal. es que no me dejo terminar de hablar-

-¡Estas Sangrando!- dije ya un poco mas serena.

-¿Ah?-

-Estas sangrando- repetí.

El soltó un quejido al tocar su ceja, y mancho sus dedos con la sangre,  me pareció extraño que sangrara.  El no había peleado con esos hombres. Fruncí el ceño cuando vi que saltaba una carcajada. ¿Era enserio,  podía tomar algo enserio este hombre? 

-Ahh solo es una pequeñas herida-

-¡Ven!- intenté tomarlo del brazo pero me límite hacerlo, camine con dificultad y me senté juntó a el en un banco.

Cómo ya había mencionado,  las calles de Bogotá estaban solas,  era mucho si un carro pasaba,  la cafetería estaba cerrando debían ser las doce de la noches, aun no entendía que hacía Sebastián allí, sus dos amigos se tiraron en la cera, parecían dos indigentes.  Solo sonreí y miré nuevamente a Sebastián,  lo cual curioseaba con su herida.