¿Y Quien eres tu? | Sebastián Villalobos (Terminada)

"Empieza la guerra"

Capitulo diecisiete

Sebastián rodó los ojos y se alejó, me alegré que lo hiciera la gente empezaba a mirarnos de una manera extraña y creó qué yo no era la única en notarlo, seguí hasta sentarme juntó David y Edward, todos se habían vueltos muy amigos en tampocos segundos, la única que se sentía incómoda era yo.

Papá me había llamado, lamentó no haber estado allí pero tuvo que quedarse uno turno extra, cuándo volví a entrar en la tienda todos me esperaban para cantar el cumpleaños, al principio fue un desorden, no sabían como cantar el cumpleaños así qué primero fueron mis amigos y luego el resto.

-Pida un deseó- gritó Mario.

-qué no vuelva a verlos- susurre y sople la vela.

Todos aplaudieron y se escucharon pitos, la musica aumento de volumen, algunos bailaban y gritaban, disfrutaban más que yo, eso era obvio aquéllo estaba todo grabado, Daniel fue por mí para bailar, me reuse pero el igual insistió, sentí cómo algo helado bajaba por mi piel, era un jugó.

-Fue Sebastián- dijo Daniel entré carcajadas, voltee a verlo y el.moría de risa junto a Juana.

Me fui molesta hacía la mesa de el y tomé un pedazo de la torta y lo estrelle en su cara, el se quejó y rápidamente se levantó molestó, reí hasta más no poder, mientras todo nos veían con aquélla tencion.

-¿Que le pasa?- gritó.

-Tu comenzaste imbécil-

-¿Que?- gritó eufórico.

-No lo niegues- bramee mientras algunos se acercaban.

-Vea, usted está loca-

Trozos de hielo y un liquido azul morado, cayeron sobre mi cabeza manchando aquél vestido blanco, solté un quejido cuándo lo vi teñirse de azul, era uno de mis vestidos favorito, el se alejó sin más qué decir, tomé otro trozo de torta y me abalance sobre el, escuché como querían tomarme pero Daniel propuso qué no, que sería peor. Caí encima de Sebastián, el tenia mucho más fuerza que yo, aún así su rostro estaba llenó de crema blanca al igual que su camisa, el me sujeto de ambos brazos y le di un golpe en su entré piernas, es se quejó y me soltó, Daniel me alejó de Sebastián mientras yo me reusaba a dejarlo en paz, mayormente la atención estaba puesta en Sebastián, algunos reían y otros murmuraban, ya no había musica ni ruido, el lugar estaba en silencio.

- loca, oyo, esta loca- me gritó Adeline, la miré con una mirada despectante y no dije nada - ¿Quieres dejarme sin hijos?-

Aquéllo había sonado un tanto gracioso, muchos voltearon a verla con una expresión inquietante, Daniel aun no paraba de reír, el me habia caído bien era el único que me había tenido paciencia.

-¿De qué se ríes?- dice ella con una ceja arqueada.

-¿Por qué le hiciste éso a Sebastián?-

-El empezó-

-¿Qué? Eso no fue así-

-Me dijiste qué fue Sebastián-

-Sebastián ARANGO se tropezó, usted no me dejo terminar-

-¿Arango?- comenté apenada.

-Usted le debe una disculpa a Sebastián-

-Primero muerta, antes que pedirle disculpa a ése Idiota-

-Ése idiota vino para acá con buena fe-

-¿En donde? Sebastián y yo no, nos llevamos bien Daniel-

-Sebastián no quería salir, en cuanto le nombramos que era para usted, lo pensó y allí está, pegao con un dolor en las bolas-

Solté una carcajada y me sonroje, ahora empezaba a sentir culpa, pero igual no lo demostre, vi como Sebastián se iba y su grupo de amigos lo seguían el único qué se quedó fue Sebastián Arango y Daniel. Ellos se quedaron hasta lo último, qué fue la tradición qué tenía con mis amigos, lanzamos los globos hacía el cielo, ellos sacaron muchísimas fotos, nos quedamos un rato viendo las luces de los edificio y nuevamente Sebastián era el tema de conversación.

-_____________, Enserio. ¿Por qué lo hiciste?- comentó Sol.

-Una confusión- dije un poco amargada, dándole una mirada de cómplice a Daniel.

-Pobre chico, ¿tu sabes lo qué es ese dolor?- se quejó Erick.

-Yo mínimo, mínimo te entró a coñazo, nos coñeazeamos ahí- Brandon había sonado un poco burlón,  a varios le causó gracias exeptuandome sólo mostré una sonrisa falsa.

-¡Seguro!- dije un poco sarcástica.

-Ya va hay algo qué no entiendo- sol habló algo confundida.

-¿Qué?- respondió Erick.

-¿Cómo __________ los conoce? Osea no me pasa, yo no voy a cualquier pais y me encuentro a famosos-

-Yo no quería, pero estoy en Colombia ¿que hago?- dije algo cansada del tema- ¿Pueden llevarme a mi casa?, tengo sueño-

-Nosotros nos vamos- Dice Sebastián.

-Gracias por venir- dije.

Ellos terminaron de despedirse y se fueron, Los chicos sr quedarían en un hotel y durarian tres días en Bogotá, Matt me fue a buscar al hotel, íbamos discutiendo en el carro referente a lo sucedido.

-Yo no sabia qué ese chico te caía tan mal-

-¡No me digas!-

-Fue increíble, hermana. Jajaja pudo hacerme reír un rato-

-superalo-

-En éste momento no puedo-

-Ya Matteus, se supone que esté era mi cumpleaños, que debía ser especial-

-Me haces sentir culpable-

-Gran parte lo es-

-No era literal-

Reí y deje de hablar, los comentarios podían ser graciosos para la gente, pero era algo qué de alguna manera me hacía sentir culpable, Sebastián se había portado muy amable conmigo desde que lo conocí, aunque reconociera qué yo era la problemática, mi orgullo seguía culpandolo por otras cosas, y que jamás le pediría disculpas eso era una idea absurda, llegamos a la casa y me fui directamente a mi habitación, saqué mi vestido sucio para meterlo en agua, mi enojó volvía cuando vi ese vestido teñido de azul, Adeline entró gritando a mi habitación y me mostró un video, la cuál era yo cuando me abalance sobre Sebastián, el vídeo estaba en su cuenta me enoje aún más y le pedí a Adeline que saliera de mi habitación.

Los comentarios era un poco patéticos y desagradables, muchos me insultaban otros solo reían, pero la mayoría era de insultos, más abajo había un comentario donde estaba la descripción de mi Facebook, era el mismo Sebastián, mi teléfono empezó a sonar a cada segundo y allí los comentarios eran espantosos, Supongo que esa era la venganza de Sebastián y no era el, el único qué se iba a quedar de brazos cruzados.

-¡Que empiece la guerra!- susurre para mi misma.