Capítulo cuarenta
Estaba apunto de contarle lo qué realmente quería, pero sentí un deseo inmenso de besarlo y así hice, caminé con dificultad y lo abracé, este lo tomó desprevenido pero correspondió luego de unos segundos.
El beso se torno un poco descontrolado y frenético, esté me tenía tomada de la cintura mientras yo lo tenía tomado de la nuca tenía un millar de mariposa revoloteando sobre mi estamogo y esa calida sensacion de sentirme feliz y no ejonada por alguna cosa, sentí un molestia incómoda, me encontraba sentando en el mármol de la cocina, no me queje no quería prepcuparlo, sus calidas manos me roseaban toda la pierna derecha de arriba hacía abajo, mientras yo besaba sus mejillas tan delicadamente ¿Que estaba haciendo? Pare y lo aleje.
-Disculpa no...- agregue este me interrumpió apenado y se volteó.
-Disculpeme a mi... se que no es el momento -
-¡Noo! No es eso... simplemente... déjame a mi primero- dije algo sonrojada.
-¿Quieres hacer esto?-
Acerté un poco dudosa, le pedí qué me bajará y así mismo hizo, lo llevé hasta su habitación y respire profundamente debía de tener en cuenta lo qué haría así qué le sonreí tímidamente, esté no hacía mas nada qué mirarme, me acerqué a el y empecé a besarlo por sus mejillas y cuello delicadamente y pausado esté intentó tomarme pero bajé sus manos y metí mis manos debajo de su camiseta, Sebastián me ayudó a sacarsela... su torso estaba marcado y definido, lo tumbe sobre la cama mientra caía delicadamente sobre el, y lo bese nuevamente en el cuello.
Sebastián me Volteó rápidamente y sentí una molestia no presté atención, mire sus ojos intimidades, se estaba mordiendo el labio inferior se veía tan caliente en ese momento lo estaba viendo así.
-Me toca a mí- susurró con una voz ronca.
Cuando intento besarme lo aleje, creí por un segundo qué revivia alquel momento, estaba temblando y gimiendo de rabia, mis ojos se cristalizaron y mi voz casi no es escuchaba recordé aquélla vez de los hombres, cuando intentaron hacerme daño... hace tiempo que no me sentía así, esté se alejó y se sentó al lado de mi.
-¿Que le pasa? ¿Se encuentra bien?.... No... no podemos _________- agregó abrazandome.
Me negué limpiando mis lágrimas y me aferre un poco mas a su abrazo.
-Esta vez...- mi voz sono quebrada e intenté acomodarla - sentí qué.... tu eres uno de ellos-
Sebastián volvió abrazarme aún más fuerte, sin articular ningun otro sonido que no fuera el de su respiración.
-Nunca.... ¿Entienda? Nunca haría algo que la lastime-
Besó mi frente y secó mis lágrimas, estaba un poco más calmada y me aleje.
-Quiero hacerlo contigo-
-¡No! No es el momento-
-Lo es- sugerí mientras volvía a besarlo, esté intento alejarse pero solte un quejido de fastidio No susurre. Esté me siguió la corriente y me sonrió.
Sacó mi camisa delicadamente, pero allí estába la faja y este la quito sin ningun problema. Mi respiración estaba agitada y el lo sabia se estaba riendo y besaba mi estomago mientras con su mano me tomaba de las caderas, mi piel estaba puesta de gallina, primera vez que hacía esto y me sentía tan segura con Sebastián. Mi cuerpo se estremeció cuando sentí su mano en mi parte solté un quejido de placer, y me sonroje el me estaba viendo con una sonrisa pícara volvió para besarme en los labios y me sonrió, se acercó a mi oído y la mordió.
-Usted me tiene como un Hijueputa- susurró con una risa pícara.
-eso me alegra-
Lo tomé de la nuca y lo atraje hasta a mi mordiendo su labio, este término de sacar toda mi ropa, era un poco extraño, aún seguía en ropa interior al igual que Sebastián. Delicadamente sacó mi brazier y lo dejó a un lado de la cama mordió sus labios con aquélla mirada picara, sentí qué mis mejillas ardían y tape mí rostro con ambas manos, sentía una vergüenza enorme aunque me sintiera de lo mas natural posible con Sebastián... me avergonzaba estar desnuda frente a el, dejo de besarme e intento sacar mis manos de mi rostro.
-¿Estas bien? _________, ¿Enserio quieres esto?- preguntó un poco asustado.
Acerté y pero no lo veía a los ojos.
-¿Te preocupa tu cuerpo?- preguntó levantado mi rostro para verlo.
Me encogi de hombre y mordi mi labio inferior un poco apenada.
-No me importa.... eres hermosa así, Te amo... con estrías sin ellas, no tienes porqué preocuparte- volvió a abrazarme y acarició mi rostro delicadamente.
-¡Te amo!-
-No voy la juzgarla, solo déjeme amarla-
Podria decir que desde entonces sabia que Sebastián era alguien importante en mi vida, que tenía que aprender a valorarlo de verdad me quería... pues sentía qué estaba diciendo la verdad me besó y prosiguió hasta acariciar cada parte de mi cuerpo delicadamente... mi corazón estaba a punto de estallar, la respiración de ambos estaba agitada cuando me miro sonriente y pícaro.
-¿Lista?- agregó sonriendo.
-.... ¡Si!-
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¿Y Quien eres tu? | Sebastián Villalobos (Terminada)
Fiksi PenggemarA veces creemos encontrar el amor en nuestro entorno y no siempre es así, en mi caso. este chico un tal Sebastián, realmente no me interesa, y más cuando no es de mi país, viaje solo por curiosiar y la vida me lo pone en mi camino, a ver que p...