"¡Sueltame!"

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Capítulo Veinticuatro

Estaba un poco aturdida de los chicos, Sebastián quería ver una comedia y Mario Star Warts juntó con Daniel, me preguntaron y yo escogí una de romance qué estaba allí pero todos me abuchearon, no dije más nada y los dejé discutiendo, le dije a Sebastián que nos sentaramos en una butaca y aceptó.

-Puedo acompañarte si quieres-

-Me matas de risa- mi comentario sarcástico le hizo soltar una leve risa dulce.

-¿No quieres ver Stars Warts?-

-No-

-Vamos a la que escogiste- lo miré confundida y Suspire antes de hablar

-Viniste a ver una película con tus amigos y no conmigo- aclaré para volver a verlos cómo discutían.

-éso es cierto, pero yo no vine a ver Stars Warts, quiero reír un rato- chasqueo con la boca puso sus dos manos en la rodilla y a la vez sostenía su cabeza, me queje porqué tenia la mano aun adolorida.

-¿Más?-

Ambos reímos y el se me quedó viendo por un buen rato, me sonroje pude sentirlo mis mejillas ardían, tape mi cara con mi cabello un tanto disimulada, pero fue algo que le dio puntos a su favor comenzó a reír dulcemente y quitó mi cabello, para poder verme.

-¿Sabe? éso es adorable-

-¿Qué es adorable?-

-Qué se sonrojes cuando la miró-
-No lo hice-

-¡Sí! Olvidemos qué parecía un tómate-

Mis mejillas aun ardieron más, sabía que era cierto y no podía decir nada en contra. Mi expresión era fruncida, el me sonreía y era algo inevitable hacerlo tambien, el beso mi mejilla e intento abrazarme pero lo aleje el rodó los ojos y se alejó un poco, lo miré con una ceja arqueada y lo ignore.

-¿Y a ustede que le pasa?- dije imitando su acento, el solo sonrió y se dejor ver cabizbajo mientras aún lo hacia, admito qué se veia adorable.

-Naw chama, tu acento es pasable- solté una carcajada que no podía parar el solo me vio confundido y se unió con una sonrisa.

-No Sebastián, quédate con el colombiano-

-Oiga pero no tan malo-

-¡Nooo! Sino quieres qué un Venezolano tenga bullying-

-Bueno sí, es un poco malo-

Sebastián se levantó y me llevó arrastradas hacía las taquillas, discutíamos por quien pagaría, me sujetó con su mano derecha, el me tapó la boca, lo mordi pero el ya habia pagado, se quejó y me tomó del cabello y lo jalo el hombre qué nos atendía se nos quedó mirando extraño, le sonreí y lo llevé arrastradas a la carameleria, allí escogí yo los dulces, cuando entramos la película ya había comenzado.

...

Sentí qué me empujaron y me levanté, Sebastián rápidamente volvió a sentarme de un tiro, sé rió y me miro con una expresión divertida.

-se durmio- dijo riendo.

-¿Que? No vi la película, no hay nadie en la sala-

-se veia adorable-

-Pero la película, la vi hasta la mitad ¿y el final?-

-acaban de salir, y ¡Si es buena!-

-¿Mejor fuera sido Stars Warts?-

-Si fuera sabido que usted se iba dormir, fuera ido a verla-

-Lo siento- dije con una sonrisa tímida.

-No se preocupé, que así tuve un tiempo tranquilo con usted-

Levanté una ceja y me levanté para salir del lugar, pero nuevamente el me jalo, esta vez no caí en mi puesto, sino en sus piernas, me avergonce incluso sentí mis mejillas arder me levanté enseguida pero el ya me sostenía con su mano derecha.

-¡Sebastián!-Dije algo preocupada.

-¿Alguna vez se vas a dignar a quererme?-

-¡No puedo!-

-Deme una razón-

-Sebastián, hemos hablado esto un par de veces, ¡sueltame!- gruñi, el no dijo nada y me miró con unos ojos tristes pero serenos.

-Y ninguna de esas veces le he creído-

-Pues yo tampoco a usted ¡Que me sueltes!-

-Ya va, ¿No le basta con lo que le he dicho?-

-¿Y tu no te cansas de escuchar, siempre la misma respuesta?-

-No, porqué se que es mentira lo que usted dice-

-Así cómo lo que tu me dices, y los besos y todo... por esas cosas yo no le creó-

-¿Qué? ¿creé que basaría a cualquiera? ¿Por qué no quiere creer?-

-no voy hacerlo, No me importa a quien besé, sólo ¡SUELTAME SEBASTIÁN!- Me desespere e intenté levantarme pero el me sostenía fuerte, lo golpe pero no hacía nada, solo me miraba sin ningún gestó.

-Beseme y la dejó en paz-

-Coño sueltame por favor-

-Sólo te pido eso-

Lo pense un par de segundo Suspire y me acerqué a él, sentí nervios al hacerlo, pero luego de sentir sus labios sentí un cosquilleo que me corría el cuerpo y me erizaba la piel, ambos habíamos estado así durante unos segundos, me sorprendí y me separé de el, el solo miro cabizbajo y me entregó una llave, era de las esposas, todo el tiempo la había tenido, ¿Como no lo sabia? Lo miré un poco confundida y quité las esposas un poco molesta, me levanté y salí de allí sin decir nada, mis ojos estaban cristalizado y no podía dejar qué el lo notará.

-¿Se vas?- dijo, me detuve y limpié mis lágrimas sin que el lo notará.

-¡Si!-

-puedo llevarla-

-No Sebastián, fue suficiente de usted-

¿Y Quien eres tu? | Sebastián Villalobos (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora