"!No es tan malo¡"

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Capitulo Diecinueve

No voy a negar que pensé toda la noche y la mañana sobre el beso con Sebastián, no habia comido muy bien ni dormido, era algo que era indignante para mí, pensar  qué podía gustarme Sebastián era una locura, resivi un par de mensajes de Daniel en Twitter dejé un momento de leer y revisé el teléfono.

-Sebastián me contó-

-¿Que cosa?-

-Lo del carro, jajaja lo amé-

-no es nada-

-Me gustó, aunque no la parte que tuve que ayudarlo a quitar éso-

-Jajaja, seguro.-

-Tambien me dijo lo de beso-

-¿Que? Si es sapo-

-Pensé que lo odiabas-

-Un beso no significa que lo amé-

-Esa no fue la versión que contó el-

-¿Que te dijo?-

-¡Pregúntele a ver!-

Tomé mi bolso, bajé y me despedí de Melissa ella no preguntó a donde iba, tampoco planeaba decírselo, tomé el primer taxi que vi y le di la dirección del departamento de Daniel, el hombre habia refunfuñado pero igual aceptó a llevarme, no podía evitar sonreír maliciosamente al ver al portero, era un tanto molestó para él , subí hasta el tercer piso y me  conduje un tanto sería al departamento de Daniel, Juana iba saliendo ella se dedicó a ignorarme y fue lo que hice de igual manera, la puerta estaba abierta toque un par de veces y entré un poco apenada, Mario saltó de la cocina gritando, me asusté y di un sobresalto, el estalló en risas a la cuál me uní poco después.

Me hizo pasar a la  cocina y allí estaban los cuatro, Mario y Sebastián Arango cocinaban, Daniel se burlaba de Mario y Sebastián revisaba el Twitter desde su laptop, ellos me saludaron exceptuando a los dos Sebastián, Arango sólo me sonrió y volvió a lo suyo, Sebastián me miro por el rabillo de sus ojos y sonrió picaramente.

-Usted vino a buscar algo- Dice Mario apuntandome con el tenedor.

-Éso es obvio, ella nunca viene por acá y cuando lo hace es por algo- Daniel había acentuado más sus palabras, haciéndose ver más adorable.

-Yo sé por que vino- susurró Mario.

-¡Sebastián!- dicen ambos en unísono.

Me sonroje y miré hacía otro lado, tenía ese extraño presentimiento  de que Sebastián me miraba y era cierto, voltee a verlo y el sonreía.

-No se equivocan, necesitó hablar con el-

-¿yo con usted? capaz y me tira por la ventana- dijo volviendo a ver su laptop.

-No seas ridículo- me crucé de brazos y lo mire.

-Entonces, ¿qué quieres decirme?-

-Es mejor en la sala- sugerí cuando vi al resto interesarse por la conversación.

-Deja antes el bolso aqui, así me siento más seguro- bromeó.

Rode los ojos y Seguí a Sebastián hasta la sala, me senté en el sofá y vi que el se dirigía unos segundos a su habitacion, me quedé allí viendo hacía el suelo, se me hacía un tan incómodo el echó de estar sentada con Sebastián después de lo ocurrido, aunque debía olvidarlo yo venía era a darle esa propuesta, sentí que tomaron mi mano y sonó un click que me asustó, Sebastián me habia esposado a su muñeca izquierda, el me sonreía raramente, eran nervios combinado con algo de picardía, le di un golpe en el pecho con la mano izquierda, se quejó y me sostuvo con la mano derecha.

-¿Que hiciste?- grité nerviosa, me ponía nerviosa estar tan cerca de el.

-Sí ibas hacerme algo, lo impedi- el me enseñó nuevamente las manos atadas, me queje y el me solto rapidamente. mi brazo se movía a dónde el lo tomará, sino le seguía la corriente me quedaría sin un brazo.

-Suelta éso, no puedo estar esposada a  ti- gruñi e intenté darle otro golpe pero el me sostuvo antes.

-Si si puedes, Juana se llevó la llave- comentó rápidamente.

-¿Que? Sebastián-

Sonrió falsamente e intentó alejarse dé mí, pero era inútil, De todas formas estábamos esposados.

-Pero fresca, ella viene el sábados-

-Hoy es jueves, dos días más contigo y me vuelvo loca - dije entré dientes.

-No es tan malo- dice acercándose, lo aleje y lo mire con una ceja arqueada.

-Sí lo es, vamos a su casa- 

-Ella vino a despedirse se va todo el fín, con su familia-

-Tu lo sabia- le grité, el se rió e intento besar mi frente pero me aleje, Sebastián me miraba con una ceja arqueada y  con una sonrisa de lado.

-Puede ser-

-¡Sebastián!-

-¡___________¡- 

-Me quitas esto ya, no puedo estar ESPOSADA a ti- grité intenté mordelo pero nuevamente se sostuvo, el reia a carcajadas era algo contagiosa pero igual no reí solo lo golpee.

-Hay ropa suya allí, su hermano se la trajo-

-¿Qué?- lo miré confundida.

-Era algo planeado, sino venía por su cuenta igual, la iba  a ir a buscar-

-¿Para esposarme?- grité.

-Para mostrarle lo que no me has permitido- dijo tan cerca de mí que podía sentir su respiración, mi corazón estaba apunto de salirse por mi boca, el rozó dos de sus dedos por mi mejilla y mordió su labio inferior.

-¿Por qué haces esto?- dije un poco nerviosa, incluso creí tartamudear.

-¿hacer que?- su sonrisa era un tanto maliciosa, me aleje lo más que pude e intenté cruzarme de brazos pero fue un desorden.

-Eso lo que acabas de hacer-

Repitió lo qué dije y  se rió e hizo una cara cómica qué me causó gracias, lo miré con una ceja arqueada  y me guiño un ojo.

-¡Ves ahí esta de nuevo!-

-Jaja yo no voy a contarte nada, pero tampoco te voy a dejar sin pistas- me dio un cortó besó en los labios, me quedé estupefacta y me llevó arrastradas hacía la cocina.

-Vuelves a besarme y te golpeó- le dije entré dientes.

Me dio un cortó picó delante de sus amigo, escuché unos piteos que me hicieron sonrojar, golpe su nariz lo cuál escuché qué todos emitian un ¡ohhh! ¡Aush! ¡Se paso!  

-¡No te hagas el galán!- le advertí, el me miró con el ceño fruncido  mientras acariciaba su nariz.

-No te entiendo-

-¿Crees qué es muy lindo estar esposada a ti?-

-Tal vez no- comentó algo sincero. - Pero creó qué empiezo a entenderte-

-No sabes nisiquiera mi apellido, ¿crees que puedes hacerlo?-

-Tu apellido....Buen punto, no te entiendo-




¿Y Quien eres tu? | Sebastián Villalobos (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora