Ocarina of time - Capítulo 8

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─Muy bien, ahora que tenemos todas las piedras sagradas, seguramente Zelda se enamorara de mí─ dijo Link corriendo en la lluvia llegando al puente del castillo que se encontraba siempre arriba impidiendo el paso a cualquiera por las noches. Se cubría del agua con su escudo y debajo del mismo volaba Navi que al oír su comentario sonrió de lado.

─Yo no apostaría eso si fuera tú─ respondió en un tono burlón a lo que ambos se detuvieron frente al puente observando completamente extrañados como este se abría y los rayos iluminaban levemente un caballo blanco que se aproximaba hacia ellos y encima de este Impa y Zelda.

─¿Quién lo diría? Mira como viene a todo galope a mis... ¡Aaah!.─ rápidamente noto como el caballo no bajaba la velocidad y salto a un lado para que este no se estrellase con el.

─¡Quítate de mi camino pendejo!─ gritó la princesa sujetándose del caballo observando a Link mientras avanzaba.

─No te preocupes princesa, probablemente fue mi culpa─ dijo sin preocupación poniéndose de pie limpiándose el poco lodo de sus ropas.

─¡Callate perdedor! ¡Hey! ¡Impa! No nos estamos alejando lo suficiente, así que tendré que tirar lo que sea innecesario, me temo que tendrás que bajarte. 

─Sabía que dirías eso princesa así que puse pegamento para no separarnos.

─¡Demonios Impa! Siempre eres más lista que yo─ dijo haciendo un leve puchero en sus labios observando la Ocarina que llevaba en sus manos ─Bueno, supongo, que esta ocarina es la segunda cosa innecesaria que traje conmigo─ así lanzó dicho objeto lo suficientemente lejos para que cayera en el pequeño río que corría debajo del puente del castillo.

─¿Acaso arrojó una cosa detrás de mí?─ preguntó dándose la vuelta para toparse con aquel hombre de piel verde, cabello rojo y ropas negras montado sobre un caballo de igual color que sus ropas lo cual ocasionó que Link entra en pánico total ─¡No!...─ grito al aire cubriéndose con ambas manos el rostro.

─¿Por qué gritas niño?─ preguntó completamente confundido ante su reacción al verle.

─Oh, perdón, por un momento me confundí creyendo que este era el capitulo uno─ dijo avergonzado rascando levemente su nuca ─Bueno, entonces ¿por qué persigues a Zelda? 

─Oh, bueno, veras niño, con eso que el índice criminal de Hyrule es bastante bajo, el rey decidió despedir a varios de los soldados reales, así que para ayudar al servicio de la guarda real yo me he vuelto un criminal─ dijo con una sonrisa inocente en su rostro aunque su apariencia dictaba ser la de un villano, este no era el caso.

─¡Espera un minuto! Te volviste malvado, ¿para ser bueno?─ pregunto un tanto confundido.

─¡Si! Hace rato me robe esta pelota que brilla en la oscuridad─ dijo sacando dicha pelota de su bolsillo la cual brillaba intensamente ─¡Piensa rápido!─ exclamó lanzando la pelota a Link la cual le pegó con fuerza en su cabeza haciendo que cayera al suelo mareado por el golpe ─¡Oh no! ¡¿Qué he hecho?! ¡Lo asesine!─ dijo asustado observando el cuerpo inerte de su contrario en el suelo a lo que este se comenzó a poner de pie poco a poco.

─¿Que? No, no es cierto, estoy bien- dijo con confianza ya de pie. 

─¡Verdaderamente me volví malvado!─ dicho esto le dio la señal a su caballo para que se aleje corriendo rápidamente ─¡Espero algún día tu codiciosa familia me perdone!...─ gritó a lo lejos por último perdiéndose en el camino.

─Ese tipo si que es raro─ dijo observando como la luz del sol se asomaba entre las nubes recordando el hecho de que Zelda había arrojado algo hacia el río que estaba detrás de él, por suerte la corriente no era fuerte lo cual permitió que el objeto terminase en el fondo. Link se lanzó al río logrando sacar la ocarina del agua ─Tengo la apestosa ocarina...─ canturreo para después salir del agua observando detenidamente la ocarina notando como un pequeño trozo de papel sobresalía de uno de los orificios ─Hay una nota adentro.

 Al comenzar a leer la nota la voz de la princesa sonaba en su cabeza apreciando la bella letra escrita en la nota comenzó a leer:

«Querido Link. Soy yo, Zelda.

Tuve que dejar el castillo por un rato ya que Ganondorf decidió secuestrarme por alguna extraña razón. Solo te quiero decir que ¡todo esto es tu culpa por tardarte mucho con las tontas piedras sagradas!
infortunadamente con eso que no estoy aquí no te puedo ejecutar, así que, tendrás que dejar las piedras en el templo del tiempo y esperar mi regreso. Y en ese punto elegiré el castigo más apropiado para ti.

Tu sincera gruñona: La princesa Zelda»

─Oh ¿escuchaste eso Navi? Querido Link, Jejeje, me llamo querido.

─¡¿Que acaso no leíste toda la nota?!─ preguntó quitándole la nota de sus manos fastidiada de la actitud de su compañero.

─¿Para que? De seguro solo dice lo asombroso y sexy que soy─ al decir esto acomodo su cabello lanzándole una mirada picarona a Navi.

─¡Aaagghh! Mejor vámonos al templo de una vez─ dicho esto entraron al pueblo y al noreste se encontraba dicho templo, una estructura enorme parecida a una iglesia, al entrar el eco de la puerta y los pasos de Link inundaban el silencioso y abandonado lugar, de las ventanas del lugar entraba la luz del dia y al fondo había un pedestal bastante grande donde debían colocar las piedras sagradas.

─Muy bien, dejare estas cosas aquí─ dicho esto al estar las tres piedras reunidas en el templo la trifuerza que estaba tallada en la pared frente a ellos brilló en un intenso color dorado permitiéndoles el paso a una sala oculta que se abrió frente a ellos mostrando un pasillo ─¡Woah! ¡Una puerta mágica! ¡Es como la de los supermercados!─ exclamó entrando al lugar hasta llegar al fondo encontrándose con un pedestal que llevaba consigo una espada clavada a este.

─¡Mira lo que hay aquí! ¡Es la espada que destruye todo el mal! La espada maestra...─ dijo esto último apreciando cada detalle de dicha espada desde su mango color azul hasta el impresionante filo de esta mientras Link se acercaba a esta con una mano en su mentón.

─¿Acaso no es como en la película de Disney la espada en la piedra? Donde si saco la espada me volveré el rey de Inglaterra.

─No lo creo. 

─Bueno porque seguramente si fuese el rey de Inglaterra, Zelda si se enamoraría de mí─ al decir esto Navi solo se golpeo la cara con su palma haciendo que Link tomase el mango de la espada.

─¡Está bien cree lo que tu quieras! Veamos si eres digno de portar esta espada─ Dijo tentando a Link esperando verle hacer el ridículo. 

─Lo siento príncipe Carlos pero ahora yo me volveré el primero en la línea─ con fuerza sacó la espada del pedestal con Navi viéndole completamente asombrada ambos fueron envueltos en un aura de color azul haciendo brillar con demasiada intensidad el lugar que no permitía ver nada más que oír el fuerte sonido que causaba el portal que se comenzaba a abrir.

─¡Oh no! ¡Este último efecto especial fue demasiado espectacular que nos quedamos sin presupuesto para los sets y los personajes de este capítulo! Por suerte se viene la segunda parte de este libro en cuanto tengamos el presupuesto suficiente para seguir trayendoles mas Ocarina Of Time. Mientras esperan queridos lectores, resulta que yo soy un gran comediante, escuchen, se encuentran dos que habían sido novios de una chica y ella pregunta ¿recuerdas cuando me propusiste matrimonio y te rechace? Y el responde ¡como olvidarlo! ¡Es el recuerdo más feliz de mi vida! Jajaja... ¡Oigan miren la Trifuerza!




Cortos de Link [The Legend of Zelda]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora