Capítulo 10

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Ingresé a su habitación con una bandeja de dibujos animados entre mis manos y la cena sobre ella. Le di un suave golpe a la puerta antes de ingresar sin su permiso. Mamá caminaba tras de mí.

Me senté a un lado de la cama mientras ella se ubicaba en los pies de ésta, posé mi mano sobre su hombro y pronuncié casi en un susurro su nombre ya que sabía que no dormía a pesar de que antes de entrar estuviese oscura. Desde aquella vez que el director me llamó para que fuese a su oficina para hablarme sobre un comportamiento inadecuado de mi hermano que no iba en concordancia con la institución advirtiéndome que si se repetía sería sancionado, Winston casi no ha comido, no tiene ánimos de hablar, no sale de su alcoba y no asiste al instituto, algo que nos tiene preocupados a mamá y a mí. Aún no se cual fue ese "comportamiento inadecuado" que tuvo, él es muy respetuoso tanto con sus comportamientos como con sus palabras.

-Amor, mamá preparó los fideos que a ti te gustan- Pronunció con suavidad acariciando su tobillo, provocando que lo corriese.- ¿Qué sucede? Sabes que puedes contarnos, no solo somos tu mamá y tu hermano, somos tus amigos. Puedes confiar en nosotros.

Cubrió su rostro con la almohada y cambió su posición.

-Winston, ¿Qué sucedió ese día en el colegio?- Pregunté finalmente sin seguir dando vueltas al asunto, sabía que esa fue la causa de que estuviese así por lo tanto era ahí donde teníamos que adentrarnos y ayudarlo.

Quitó la almohada y se sentó en la cama, observando primero a la mujer sentada al final de la cama y luego a mí, comenzando a jugar con las manos. Le sonreí para que supiera que todo estaba bien, fuese lo que fuese no íbamos a enojarnos. De igual manera, ¿Qué tan grave pudo haber sido? Tiene solo cuatro años, imagino que le dibujó la cara a algún compañero y eso enfureció al principal.

-Yo...- comenzó a hablar, volviendo a quedar en silencio como si planeara bien como decir su error- Di un beso en el recreo, aquí- tocó sus labios y pronto sus mejillas se ruborizaron. Dejé salir una suave risa al igual que ella.

-Cariño, eso no tiene nada de malo- Apoyó, acariciando su pierna nuevamente- ¿A quién ha sido? ¿A luna? ¿A Isabelle?

-A Kevin- respondió aún con la mirada gacha. Seguramente se confundió, se habrá sentido presionado por nosotros y soltó el primer nombre que se le cruzó en la cabeza.

-¿Kevin?- Asintió- Pero... ese es un niño- Continuó la mujer algo sorprendida y confundida a la vez. Volvió a asentir y sentía mi respiración agitarse. No podía estar pasando.

-Pero tú... tú eres hombre, ¡No puedes besar a los hombres!- Exclamé más fuerte de lo que pretendía. Mamá posó su mano en mi hombro para intentar calmarme pero no funcionó, en éste momento me sentía confuso con mi amigo ¿Y ahora resulta que a él le está sucediendo igual?

Por mi mente no cabía la idea de que eso pudo ser solo un juego, no estuve ahí para ver que sucedió, tal vez yo estaba juzgándolo mal pero estaba demasiado enfurecido para pensar en claro.

-Tú tienes muchos amigos hombres- me respondió con suma inocencia en su defensa.

-Si, Winston, amigos- Pronuncié lentamente la última palabra- pero yo no le ando dando besos a ellos- Y en ese momento una situación se recreó en mi cabeza, donde estábamos con Newt en la alcoba de la mujer que lo evadió, a centímetros nada mas con mi único pensamiento de acortar la distancia y probar sus rosados labios.

Salir de allí fue la única solución que se me ocurrió. No era un buen ejemplo en éste momento para mi hermano.

Tomé el teléfono de mi bolsillo y me eché a la cama casi de un salto.

Bring Me To Life [Newtmas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora