Capítulo 16

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Luego de colocar la propina bajo la taza de café, con un cigarrillo entre mis labios caminé hasta mi casa. Subí directamente a mi habitación, irritándome al instante que recordé lo que era aquel lugar, un completo desastre. Con el vidrio crujiendo bajo las suelas de mis zapatos sacudí un poco el colchón aun caído, recostándome allí cerrando los ojos forzadamente para intentar dormir.

El despertador, como siempre, me avisó que era hora de levantarme con su molesta melodía. Mi piel estaba erizada completamente, producto del aire frío que se colaba por los sectores rotos de las cortinas en mi ventana. Hoy me abrigué más de lo normal, llevaba mis pantalones de jean color beige junto con un buzo azul oscuro y sobre él una abrigada campera marrón. No tardé en recoger mi desayuno para ir a esperar el autobús.

Hoy jugaba el equipo local, me sentía inservible al recordar que todos mis compañeros estarán en el campo mientras yo solo los observaré desde las gradas como cualquier persona ordinaria del instituto. Durante el camino, los presentes cantaron algunas canciones en aliento a su escuela acompañados de banderas con el logo de esta y algunas que otras cornetas. Me alegraba llegar por fin, tanto ruido me hacía doler la cabeza.

Pasé por mi casillero para dejar mis libros mientras hacía tiempo a que los fanáticos llegaran la cancha antes que yo. Así no los escucharía por un buen rato. Los pasillos estaban vacíos pero una persona entró por las puertas algo torpe mientras corría a más no poder, golpeando su frente con la puerta de mi casillero. Cerrándolo consecuentemente.

-Oh dios, ¿Te encuentras bien?- Le tendí mi mano cuando noté que había caído al suelo. La tomó sin dudar mientras acariciaba el lugar accidentado.

-Creo que me saldrá un chichón- Se quejó- Genial, ahora van a decir que tengo un tercer ojo, ¡Me llamarán vidente!

-Un vidente es otra cosa Minho, ¿Qué no tienes que estar en el vestuario con los demás?

-A eso iba, cuando tu casillero me impidió el paso.- Miró de mala gana a la puerta de metal roja a su lado y se volvió hacia mí- Bien te veo después del partido.- Palmeó mi hombro y aceleró el paso- ¡Deséame suerte!

-¡No la necesitas!- Exclamé justo antes de que saliera al exterior.

Pasé por el baño de hombres para fumar un cigarrillo antes de ir con los aficionados del deporte, sentándome en las primeras gradas ya que allí estaban los únicos lugares disponibles. Entre todas las personas precalentando dentro del campo verde logré divisar a Thomas, tenía una de sus piernas estiradas sobre la pared y su mano tocaba la punta de su zapato, lucía tan concentrado, de hecho era el único, los demás solo reían y bromeaban acerca de alguna cosa en particular.

El juego comenzó cuando el equipo contrario se acomodó en sus respectivos lugares. El moreno era defensor, estaba cerca de los palos junto con Ben y Jeff, Minho atacaba en la mitad de la cancha y lo hacía realmente bien aunque iban por mediados del primer tiempo perdiendo por 45 a 29, una gran diferencia.

El descanso se acercó y los jugadores se reunieron en sus bancas para escuchar las indicaciones de su entrenador, el nuestro parecía estar regañándolos más que aconsejándolos pero al que mas atacaba era a Thomas, no comprendo que es lo que le dice pero señala con furia los palos y luego toca su pecho con fuerza. El silbato sonó indicando el segundo tiempo, todos se posicionaron en el centro de la cancha para tomar el dominio del balón.

A estas instancias habíamos subido un poco, 39-45 era el puntaje actual. Lo que me llamó la atención fue la cara de dolor que colocaba el moreno por ratos, estaba lesionado pero aún así se sobre exigía para impresionar al entrenador.

Bring Me To Life [Newtmas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora