Capítulo 13

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Esa noche, mejor dicho mañana, me quedé a dormir en la casa de Minho, le dejé un mensaje de voz a Clara, el cual nunca habrá escuchado porque no le presta atención al teléfono. Allí me permitió darme un baño cuando notó que estaba completamente sudado y luego de almorzar caminé hasta la casa de Thomas.

Mis piernas flaqueaban, mis pies trastabillaban y mi cuerpo se sentía demasiado débil. No es bueno estar haciendo fuerza por más de cuatro horas, mover un automóvil tú solo es una gran exigencia física y cuando decidíamos descansar era peor ya que mis músculos se contraían, costándome peor el arranque. Luego de cuatro paradas le pedí que ya no continuáramos haciéndolas, así que arrastré el vehículo hasta la estación de servicio más cercana que encontré la cual irónicamente quedaba a siete cuadras de su casa.

Tardé más de lo que hubiese querido para llegar a su puerta, dándole dos potentes golpes para que oyera que estaba afuera. Una mujer morena de ojos cafés y sonriente me recibió en la entrada, vestía un delantal de limpieza, creo que llegué en mal momento.

-¿Puedo ayudarte en algo?

-Amm, estoy buscando a Thomas...

-Oh, lo envié a comprar unos víveres pero no tardará en volver. ¿Quieres pasar y esperarlo?- Asentí algo nervioso mientras ella se hacía a un lado para dejarme ingresar- ¿Quieres beber o comer algo?- Preguntó mientras caminaba hacia el comedor.

-Estoy bien, gracias- Respondí guardando mis manos en mis bolsillos, se me hacía algo incómodo el conversar con alguien de la familia de Thomas.

-Oh, bueno, siéntete como en tu casa- exclamó indicando que me sentara en el sofá- ¿Y cómo te llamas cariño?

-Newt- respondí mientras hacía lo que me ofreció segundos atrás.

-Oh, ¿Tú eres el famoso Newt?- Se acercó a mí con una sonrisa aún mas grande y extendió su mano, la cual tomé cortésmente- Es un gusto conocerte, yo soy Nora, la mamá de Thomas.

Conocí a su mamá.

En ese momento la puerta se abrió dejando ver a un morocho lleno de bolsas en sus manos, frenándose de seco al verme allí sentado. Me limité a sonreír algo forzado pero él parecía no tener intenciones de moverse.

Me levanté con rapidez y tomé alguna de las bolsas que cargaba, llevándolas hasta la cocina ya que me indicó la mujer que las dejara allí.

-Hey Thomas, no me avisaste que Newt vendría hoy- Lo regañó cuando lo vio volver a la sala.

-No sabía que lo haría.- Respondió cabizbajo con una seriedad que daba escalofrío.

-Y tampoco me dijiste que era un niño tan bonito y adorable- Apretó una de mis mejillas suavemente, pero dejó de hacerlo cuando él le quitó el brazo.

-Vamos a estar en mi habitación para comenzar el trabajo del holocausto que te mencioné, por favor procura que Winston no entre a molestar.- La mujer asintió, el moreno me hizo una seña con su cabeza para que lo siguiera escaleras arriba. Ingresamos a un cuarto que se ubicaba casi al finalizar el pasillo sobre el lado derecho.

-Linda alcoba- hablé mientras la inspeccionaba. Era muy él. Las paredes estaban pintadas de un azul no muy fuerte, decorado con cuadros de artistas o juegos de básquetbol, a un lado de su cama una ventana iluminaba la habitación con luz natural dejando ver una estación de tren abandonada a unas calles de aquí. La biblioteca estaba completa con libros, historietas y una laptop, también había un televisor sobre el mueble continuo. Recuerdo haber estado aquí hace unas semanas solo que ahora puedo observarla con claridad.

Bring Me To Life [Newtmas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora