Capítulo XI: Impacto

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- No vayas tan rápido Jin, tenemos tiempo. - Suplicó Namjoon mientras se aferraba con fuerza a cualquier cosa que pillaba cerca en aquel coche.

- Sabe lo que hace - Jimin intentó tranquilizar a su amigo

- Es muy peligroso conducir en un día tan lluvioso - Replicó

- No te preocupes, los neumáticos de la furgo son buenos. - Respondió Jin con una carcajada, algo que no le gustó a Namjoon ya que resopló

- Al menos piensa que gracias a Jin no vamos a tener que volver andando. Yo al menos no quiero pescar un resfriado.

La furgoneta siguió su camino por aquella carretera, bajo la espesa cortina de lluvia. Estaba anocheciendo, por lo que poco se podía ver, a excepción de la zona iluminada por las potentes luces del vehículo. Escuchaban una emisora escogida al azar, la cual recomendaba no usar el coche hasta que la tormenta cesara aunque ellos no lo pudieron escuchar debido a sus carcajadas y charlas sobre temas banales. 

Jin disminuyó la velocidad, se avecinaban curvas peligrosas, se las conocía de memoria y sabía que con lluvia no se podían hacer tan rápido, algo que calmó a Namjoon, ya que dejó de apretarle la pierna al conductor. El camino de vuelta a casa consistía en subir y bajar una pequeña montaña haciendo curvas y más curvas. Los vecinos del lugar siempre bromeaban diciendo que quien debió hacer los planos de la carretera era un gran fanático de las montañas rusas además de que era un buen lugar para acabar mareado. Lentamente y con calma iban subiendo la pendiente mientras conversaban sobre la sorpresa que le iban a hacer a su amigo Hoseok cuando le diesen el alta en el hospital. Había tenido un pequeño ataque de una enfermedad que aún desconocían los médicos, nunca había presentado síntomas. Por suerte no fue muy grave, por lo que sólo tendría que estar ingresado una semana, para poder controlar su progreso y poder solucionar cualquier anomalía que apareciese en su recuperación.

Sin avisar, Jin pegó un frenazo. Un animal se había cruzado por su camino, no le había dado tiempo a ver qué era, lo único que hizo fue evitar atropellarlo. Mala decisión. El vehículo comenzó a derrapar cuesta abajo, Jin intentó tomar el control pero fue demasiado tarde, aquella furgoneta de color negro acabó impactando contra un árbol. Quizás con un poco de suerte los tres habrían conseguido sobrevivir. Jimin recibió los daños más leves, quizás por estar en la parte trasera o incluso por suerte. Debido al shock no pudo gritar ni moverse hasta pasados un par de minutos. Como pudo, y sin una mano, ya que el brazo izquierdo le dolía demasiado, intentó despertar a sus amigos, tarea imposible. Completamente empapado y tiritando de frío, llamó a los servicios de emergencias.

Hemos tenido un accidente. Mis amigos no despiertan, no se qué hacer. Necesito ayuda. - Pidió al borde del llanto. - Estamos en la 50... en la primera curva del descenso. Hemos chocado contra un árbol, uno no respira...

Mientras el locutor intentaba tranquilizar al chico, una ambulancia se dirigía lo más rápido posible a aquel lugar.

¿Eso fue lo que realmente pasó? ¿Por qué nunca quiso contarnos lo ocurrido?

La olas golpeaban con fuerza la dura roca del rompeolas debido al fuerte viento. Los chicos comenzaron a gritar desesperadamente mi nombre. Sabían que era muy peligroso tirarse al agua pero aún lo hicieron para intentar salvarme, aunque ya era demasiado tarde. Hoseok lloraba de impotencia al no poder haber evitado aquella situación. Los demás, sin separarse demasiado de la orilla, me buscaban con la mirada, esperando encontrarme entre la espuma del mar, aún sabiendo que ya era imposible. Estaban completamente empapados, aunque no les importaba. Yoongi, con ayuda de Jungkook, subió encima de unos de los bloques de hormigón del rompeolas para poder buscar mucho mejor. Ya ninguno tenía la esperanza de encontrarme vivo, ahora tan solo querían dar con mi cuerpo para poder despedirse. Jimin salió del agua, hincó las rodillas en la tierra y soltó un desgarrador grito.

- Tae, fuese lo que fuese ¿por qué no me pediste ayuda? - Se encogió sobre si mismo bajo el cálido abrazo de Hoseok mientras apretaba los puños con fuerza. - ¿Por qué te has ido tan pronto? - Las lágrimas se escapaban de sus ojos.

- No te preocupes por ellos, pronto estarán con nosotros. 

- ¿Qué quieres decir, Namjoon? - Pregunté asustado

- Ellos también quieren venir aquí. Yo sólo les mostraré el camino.

Continué observando a mis amigos. Me encantaría poder hacerles saber que estaba bien, que dejasen de buscar y se marchasen a casa a secar su ropa o si no podrían enfermar. No quiero hacerles sufrir, sé que lo que he hecho era muy egoísta pero no tenía otra opción. Ahora todo lo que me hacía llorar no existe, se ha desvanecido entre aquella olas. 



(Teorías BTS) Corre, mariposa, antes de que te comaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora