Capítulo XVII: Todo fue mi culpa

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Lo siento

Lo sé

¿Qué puedo hacer?

Vente

¿Cuándo?

Te estaré esperando.

Era tan preciosa. La observé alienado, no podía apartar la vista de ella. ¿Mis manos podrían llegar a alcanzarla? Si lo hacía podría llegar a ser doloroso, pero la necesitaba. Arrasaría con todo pero me liberaría. Poco a poco me fui acostumbrando a su presencia ya no me parecía tan extraña. Era una puerta de salida, quemaría todos mis problemas, nunca más existirían. Podría verle. Quiero verte. Necesitaba valor para enfrentarme a ella, sabía que me costaría reunirlo, pero era necesario. ¿Cómo se sentiría aquella llama sobre mi piel? Me gustaría pensar que podría llegar a ser una salamandra, pero ellas tampoco consiguen resistir ante el fuego.

¿Qué será de todos cuando yo no esté? ¿Me echarán de menos? ¿Volveremos a encontrarnos? Estoy seguro. ¿Cuándo? Nunca obtengo respuesta. Mucha gente cree en la reencarnación ¿es eso posible? ¿Nos volveremos a cruzar en vidas futuras? La cuestión es ¿ya nos conocimos? ¿Acabamos todos igual?

Aquella llama me estaba volviendo loco.

Hazlo

¿Por qué?

Confía en mi

¿Estás seguro?

Por supuesto

¿Crees que las salamandras son resistentes al fuego?

¿Por qué preguntas eso?

Quizás no huyen de los troncos en donde viven que son quemados en las fogatas porque el fuego les queme. Quizás les encanta pero tienen miedo de quedar atrapados para siempre en las llamas.

¿No acaban prácticamente haciendo lo mismo?

Todo depende del punto de vista. De si quieren ir a algún lugar o no. De si permanecen allí o escapan.

¿Y tú quieres quedarte?

No lo se, Jungkook. Tengo miedo

Yo estaré contigo. Sosteniendo tu mano.

No se dónde lo encontré ni en qué momento lo guardé allí, tan solo vertí su contenido en mi habitación y tiré aquel mechero. Mientras las llamas comenzaban a subir por mis piernas, cerré los ojos con fuerza y apreté los puños. Temblaba de miedo pero sabía que él estaba junto a mi. ¿Cuánto tiempo tardaría? Quise huir, salir de aquel tronco. Dolía y mucho. Aquellas llamas de devoraban. Sentía como me arrancaban la piel. Hacía calor, demasiado. El humo me asfixiaba, no podía respirar. Gritos.

No me sueltes.

Nunca.

Y sin saber cómo, ya no pude salir de aquellas llamas. Era hora de ir a otro lugar. Junto a él.

—————

Frené la moto en seco. ¿Era verdad? ¿El apartamento de Yoongi estaba en llamas? No quería creerlo. Me quité el casco lo más rápido que pude y lo tiré al suelo lleno de rabia e impotencia.

- A vuelto a ser mi culpa. - Susurró Jimin aún agarrado a mi. Como pude, giré un poco la cabeza para verle, observaba asustado la escena.

- No digas eso

- Le dejé ir solo. Me dijo que estaba bien, pero... - Lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, noté como sus puños se cerraban apretando mi chaqueta.

- Ha sido su decisión, acompañándole o no habría terminado de igual forma.

- ¿Cómo puedes decir eso? Podía haberle ayudado.

- Jimin... hay cosas que no tienen solución. Yo ya no creo que nadie se pueda salvar.

- ¿Por qué pierdes la esperanza?

- Porque ahora sólo quedamos tu y yo.

- No te rindas.

(Teorías BTS) Corre, mariposa, antes de que te comaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora