Capítulo XV: Noche lluviosa

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Tenía los labios morados y tiritaba muerto de frío. Tan solo una camiseta de tirantes blanca y unos pantalones vaqueros cubrían mi piel y estaban completamente empapados. Mientras, podía escuchar el murmullo del agua. Revolví entre mis recuerdos más amargos. El accidente, la muerte de Tae, la de Jungkook. Yoongi realmente acabó muy afectado. Su rostro cambió por completo cuando supo la noticia. Ya no había brillo en sus ojos, no miraba a ningún punto en concreto y no respondía a las preguntas que le hacían. Sentí miedo por él, por cómo lo iba a afrontar. Habían discutido, eso es lo único que sabía, no me quiso contar más.

 Llevé mis manos a mi rostro para secar mis lágrimas y apartarme mi pelo empapado de la cara. Acto seguido, me encogí, abrazándome para intentar darme un poco de calor y lloré desconsoladamente. Demasiadas cosas habían pasado en tan poco tiempo.

- ¿Jimin? ¿Qué haces ahí parado? - Levanté la cabeza y sonreí. Hobi me miraba desde la puerta de su casa. - Anda, entra, o pillarás un catarro. - Entró otra vez dejando la puerta abierta, invitándome a pasar dentro.

Hacía mucho que no iba a su casa. Desde bien pequeño ese fue mi hogar hasta que conseguí un trabajo y decidí no abusar de su hospitalidad mudándome a mi propio piso. El salón seguía tal y como lo dejé.

- Sigues teniendo esos cuadros tan feos. - Le dediqué una sonrisa de medio lado mientras Hoseok me cubría con una suave manta

- Es que me recuerdan a tí. - Soltó guiñándome un ojo y dándome una palmada en el hombro. - Son igual de feos que tú

No pude evitar echarle una mirada asesina y un pequeño gruñido. El castaño como respuesta tan sólo soltó una carcajada mientras se sentaba en el desgastado sillón negro de cuero situado junto a la ventana.

- ¿Por qué has decidido venir aquí a estas horas?

Es verdad, él aún no sabía nada. Yoongi prefirió llamarme sólo a mi, no quería que el accidente de Jungkook le afectase, aunque claro por esas horas aún había un esperanza. Debía saberlo.

- Quería verte

- ¿Y no podrías verme mañana? Ahora es muy tarde

- No, te necesitaba ahora. - Inconscientemente comencé a llorar. Idiota. Hobi me hizo una señal para sentarme a su lado y así lo hice.

- ¿Que ha pasado? - Susurró mientras me abrazaba.

- Nuestros amigos se marchan. - Escondí mi cara en su hombro.

- ¿A qué te refieres?

- Namjoon... Jin... Tae...

Y Jungkook.

No quería decírselo tan pronto pero una parte de mi necesitaba desahogarse y buscar alguien que me consolara. Actué de forma egoísta, lo sé, pero tarde o temprano se enteraría. Hobi se quedó petrificado, incluso dejó de respirar durante un instante.

- ¿Qué le ha pasado? - Le notaba demasiado tenso, como si acabase de ver un fantasma.

- Le han atropellado. Había discutido con Yoongi, salió de casa y... - No pude acabar la frase ya que mi llanto aumentó

- ¿Y Yoongi dónde está?

- Se ha ido a casa. Quería acompañarle, pero se negó por completo.

- ¿Le has dejado sólo? ¿Con lo impulsivo que es? - Como un rayo, se levantó y corrió a por un abrigo y las llaves de su moto. - Tenemos que darnos prisa. No quiero que cometa ninguna locura.

No entendía nada, tan sólo obedecí. Mi mente estaba bloqueada, en aquel momento no podía reaccionar. Agarré la cazadora que me ofreció y me la puse corriendo. Lo más rápido que pude tomé los dos cascos que estaban en la encimera de la pequeña salita de la entrada e intenté seguir el paso acelerado de Hoseok. Debía de estar preocupado ya que nunca le había visto con tanta energía ¿En teoría con la medicación eso no le era imposible?

- Hobi, no entiendo nada. ¿A que te refieres?

- No tengo tiempo tiempo para explicarlo.

- Pero no estás en condiciones para conducir, tu médico te lo prohibió

- Eso da igual. Es una emergencia, no estoy para tonterías. - Respondió arrancándome el casco de la mano.

Por suerte estaba rápido de reflejos y pude subirme a la moto antes de que Hoseok acelerara y se alejara rápidamente del lugar. 

El viento me golpeaba con fuerza y estuvo a punto de tirarme varias veces de la moto. Me agarré con fuerza al conductor. Llovía e íbamos demasiado rápido, para colmo encima de una moto. Sobre dos ruedas. Tenía miedo, no quería volver a tener un accidente parecido. Por suerte la casa de Yoongi estaba cerca, aunque la escena que tuvimos que presenciar nos dejó con los pelos de punta. 




(Teorías BTS) Corre, mariposa, antes de que te comaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora