A la mañana siguiente Silvia seguía pensando en aquel beso. Maldición no debería estar haciéndolo. Pero le era inevitable, aquel beso le había afectado y lo sabía. Comenzaba a creer que Jorge era como un hechicero erótico, se había despertado varias veces en la madrugada jadeando y empapada en sudor. Se había dado dos baños en una sola noche y aun seguía sin dormir bien. Si un beso lograba hacer aquello no quería imaginarse lo que ocurriría al pasar la noche con él. Lavo su rostro al ver como sus mejillas se sonrojaban al pensar lo que podría pasar en la noche de hoy. Cambio su ropa y se dirigió a la cocina donde un delicioso olor a café inundo sus sentidos. El olor era sumamente irresistible y parecía un perro olfateándolo.
Petra se giro a verla.
-Buenos días –saludo la mujer con una de aquellas sonrisas amables.
Silvia a le devolvió la sonrisa y se sentó en una de las sillas de la cocina.
-Buenos días –le contesto- No puedo creer que haya dormido tanto.
-El señor Jorge había mencionado que usted podría estar cansada y que se despertaría tarde –se acerco hasta ella y puso una bandeja con una taza de café y algunas paquetes pequeños de azúcar.
-Gracias –musito Silvia y revolvió su café al echar el azúcar.
-Tengo que decirle que no parece haber dormido nada.
-Y así fue, no pude dormir –se llevo la taza a sus labios y sorbió el liquido. Hizo un sonido de satisfacción cuando su sabor llego a sus papilas- Esta delicioso este café.-Gracias –sonrió- ¿Tiene hambre? Puedo prepararle lo que usted desee.
Ella miro a la mujer e hizo un gesto con su mano. –Es tan tarde que no quiero molestarla...
-Cariño, es mi trabajo.Se acerco a la nevera y media hora más tarde. Había un plato con huevos, tocinetas y algunas tostadas francesas,seguido con algunas de sus magdalenas de chocolate. Aquella mujer cocinaba perfecto. Toda su comida parecía sacada del paraíso. Silvia creía no poder levantarse después de comer
-Oh, por cierto, esta mañana han traído el piano.
Silvia frunció el ceño
-¿Piano? ¿Qué piano?
-El que encargo el señor Jorge, lo pidió días atrás pero el repartidor tuvo algunos problemas y lo entrego hoy. El señor Jorge no estaba nada contento.Ella revoleo sus ojos y negó con su cabeza. –Me lo imagino. ¿Él toca el piano?
La mujer se encogió de hombros.
-No que yo sepa, pero ha dicho que a usted le gustaría tener uno acá. Lo han instalado en la biblioteca, está en la quinta puerta del pasillo a la izquierda.
La boca de Silvia se abrió ante su respuesta. Jorge había encargado un piano... ¿solo para ella? Cuando creía que él era un egoísta, imbécil e infeliz –como su padre solía llamarle- venia y hacia un gesto tan generoso como aquel. Silvia sonrió inconscientemente y se levanto.
-Creo que iré a conocer la casa por completo.
-Vale, le recomiendo usar algún abrigo está haciendo frío afuera.: No soy la autora, esta novela es adaptada, nada es real, solo son personajes.
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un mes de placer
RomanceSinopsis La venganza suele ser dulce y aún más cuando el deseo está por el medio. Pero cuando la lujuria y la venganza se combinan. Puede llegar a ser un poco peligroso, pero también excitante.. jorge Salinas un hombre apuesto y más que dispuesto a...